Con el reciente retorno presencial de los niños y jóvenes a las escuelas de manera presencial, es importante cuidar su alimentación previa, durante y después de acudir a clases.
“Ante las exigencias de la carga escolar debe darse énfasis a una dieta con una buena ración de carbohidratos complejos, vitaminas y minerales suficientes, así como algunos suplementos que puedan coadyuvar al proceso cognitivo y de retención”, explica la experta en vida saludable, Maribel Duarte.
De entrada, dice, deben de evitarse azúcares, carbohidratos simples y el exceso calórico.
Sugiere por la mañana un cereal integral, y no los simples del súper mercado que están cargados de azúcares y colorantes. sino avena integral o amaranto orgánico, entre otros, sin olvidar un plato de fruta con ración moderada.
En tanto, el lunch debe incluir una buena cantidad de proteínas que son las que el niño requiere para fortalecer sus huesos y garantizar su proceso de desarrollo.
Puede incluir pollo o tasajo fresco: “Se puede preparar una sencilla torta, pero con milanesa de pollo, o en taquitos de esta carne blanca, por supuesto, sin faltar una ración de frutas y verduras”.
Tampoco debe olvidarse una buena bebida hidratante que no sea gaseosa. Y en ese sentido precisa que es importante no corromper el paladar de los pequeños agregándole azúcar a todo, sino acostumbrarlos con agua de frutas sólo con la fructosa natural.
También los hot cakes integrales son una buena opción.
Añade que no debe olvidarse incluir en los alimentos amaranto, nueces, almendras, chía, linaza y otras semillas “que son importantes por sus cantidades de omegas que pueden ser excelentes para su función cognitiva a nivel del cerebro de niños y jóvenes”.
Finalmente recomienda incluir huevo y pescados, como salmón, bacalao, sardina, huachinango, que son fuentes de omega 3, y fresa y arándanos, que son antioxidantes.
Con relación a la hidratación, sugiere suero casero. En un litro de agua puede agregarse media cucharada de bicarbonato de sodio, jugo de limón y media cucharada de miel.
Otros “ingredientes” esenciales
Existen también otros ingredientes que no deben faltar en el desarrollo del niño para fortalecer su salud y, por consecuencia, su capacidad de aprendizaje y retención.
Estos son actividades recreativas y juegos de concentración y memoria: “Sugiero que sea el ajedrez, porque se establecen estrategias y se genera agudeza mental; asimismo, la activación física como el ballet, danza, natación o un paseo diario en bicicleta.
La convivencia, esencial
“No debemos olvidar el sano esparcimiento y la convivencia familiar, que son fundamentales para la estabilidad en los niños, porque sin éste último aspecto, aun cuando se le dé una dieta rica en nutrientes, será metabolizada de manera productiva, porque pueden estar deprimidos, irritables o asustados por condiciones tóxicas en la familia.
“Un niño que está en buen estado emocional va a asimilar mejor la alimentación y tendrá un funcionamiento más eficiente de su sistema digestivo, como de todo su proceso de absorción”, puntualiza.
