Celos, posesión y excesivo control de las actividades de la pareja, al grado de alejarlas de su entorno cotidiano, como amigos de trabajo o de la infancia, son síntomas de una relación tóxica que claramente daña el autoestima y el amor propio de la víctima.
La salud integral de una persona no se limita a lo físico, a una buena alimentación o a dormir bien; la salud mental es indispensable para que puedas desarrollar tu vida diaria de una manera apropiada y una relación tóxica es exactamente lo contrario a lo que se necesita para tener una buena salud mental.
“Una relación tóxica es cuando mi bienestar psicológico depende del estado de la relación. Cuando lo que tú opines de mí determina mi estado de ánimo el resto del día", explica José Luis Montes, director de la carrera de Psicología del Tec de Monterrey Campus Monterrey, en una entrevista para la Agencia Reforma.
Sin embargo, las relaciones tóxicas no sólo se dan en el plano amoroso. También existen relaciones nocivas en los planos laboral y familiar y están constituidas más o menos de la misma forma, en la que una de las partes delimita el funcionamiento de la otra para obtener ciertos beneficios.
"Nadie quiere estar en una relación tóxica. Las primeras interacciones tóxicas que se presentan entre los jóvenes suelen resultar como parte de los conflictos emocionales y fallas en la comunicación interpersonal", detalla Miguel Ángel Gutiérrez, coordinador de programas de Desarrollo Emocional y Psicológico en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), para el mismo artículo de Reforma.
Debes ser asertivo
Expertos en el tema consideran que para evitar ser víctimas en una relación nociva se debe ser asertivo; es decir, expresar con claridad tus pensamientos y sentimientos a tu pareja o quien consideras que está rebasando los límites de la relación. Significa poder decir "esto no me gusta".
Una relación sana, coinciden especialistas, debe estar basada en la buena comunicación, en la consideración de los sentimientos de ambas partes y en que las decisiones sean tomadas por los dos.
Por el bien de tu salud mental, cuida tu autoestima. Si ya estás en una relación tóxica habla con tu pareja para tratar de salir de ese círculo vicioso, y si en necesario, busca ayuda con familiares, amigos o incluso ayuda profesional.
