La asertividad es la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás, negociando con ellos su cumplimiento.
Aquí van diez puntos importantes
- La asertividad es la capacidad de comunicar necesidades, pensamientos, opiniones y deseos de manera inteligente y propositiva. A juicio de expertos, se trata de una habilidad crucial para el correcto desarrollo socioemocional de las personas.
- Al fijar pequeños objetivos de comunicación que resulten alcanzables a corto plazo se puede ser más asertivo. Posteriormente, conforme la seguridad se afiancen, lo recomendable es aumentar la magnitud de las metas.
- Una buena táctica para comenzar es emitir opiniones sinceras en círculos íntimos integrados por familiares y amigos. Con la pareja también es fundamental lograr comunicarse de forma precisa.
- En ocasiones, las personas optan por darle gusto a otras con tal de evitar sentirse mal u originar un disgusto. Sin embargo, lo mejor es no juzgarse a sí mismo negativamente ante alguna preferencia que se tenga.
- También se debe perder el miedo a poner límites. Decir que no o negarse a ciertas peticiones no implica ser egoísta ni desconsiderado. La amabilidad y educación se reflejan en los modos, no requieren estar siempre dispuesto o de acuerdo.
- Impulsar comentarios enfocados en las necesidades personales a su vez ayuda. Por ejemplo, se puede reemplazar el "no tengo nada" por "prefiero no hablar en este momento sobre cómo me siento".
- Otras estrategias son evitar los discursos largos y rebuscados por mensajes breves y directos, no hacer juicios de valor y hablar desde el yo, es decir, focalizar lo dicho en uno. Esto ocasionará que sea más sencillo transmitir ideas clave a terceros.
- Un error frecuente suele ser asumir que los demás, sobre todo aquellos con quienes se pasa más tiempo, ya deben conocer las necesidades y el sentir de uno. Aunque se trate de una relación cercana nunca estará de más ser honesto y claro.
- El lenguaje no verbal es relevante al transmitir un mensaje, ya que no sólo permite mostrar mayor seguridad, sino también da confianza. Se aconseja tener una postura relajada, una expresión facial neutra, ver a los ojos y mantener un tono de voz tranquilo.
- Contar hasta diez antes de responder o reaccionar, buscar un espacio para aclarar la mente y hacer ejercicios de respiración son otras vías para conservar la calma y expresar lo que se quiere adecuadamente. (Agencia Reforma)