Para conservar tus alimentos y evitar que afecten a otros, guárdalos por separado, en bolsas perforadas que permitan la circulación del aire
Por eso te presentamos más recomendaciones para prolongar la vida de algunos alimentos. Toma nota y consulta la información de más alimentos.
Manzanas y peras
De preferencia, elige las de producción nacional que, por lo general, están más frescas. No las peles, a menos que la preparación lo requiera.
Son rociadas con silicones y ceras que les dan brillo y las mantienen frescas. Para remover esa cubierta, enjuaga con agua caliente y raspa con una cuchara.
Fresas y frutos rojos
Se deterioran rápidamente. Lava y manipula hasta el momento de consumir. Mantén en refrigeración en un recipiente que permita el paso de aire.
Si cortas todo el extremo, desperdicias entre 10 y 15 por ciento de cada unidad. Retira hojas y pedúnculo con unas pinzas depiladoras.
Talla delicadamente con un cepillo de dientes viejo (lavado y desinfectado), mojado en una solución de 10 partes de agua por una de vinagre blanco.
Champiñones y hongos
Introduce en una bolsa de papel limpia que evite el paso de la luz y permita que la condensación del refrigerador se evapore.
Al remover el tallo o estípite, mermas entre 40 y 50 por ciento y esa parte también es comestible. No los peles, lava debajo del chorro de agua o remoja con agua limpia. Puedes cepillar en seco.
Pueden mancharse si les da el sol o si absorben demasiada humedad; sin embargo, esto no altera su sabor o propiedades.
Aguacate
Si el pedúnculo donde se encontraba el rabillo es amarillo brillante, el fruto está verde. Conforme va madurando, este punto se torna café oscuro.
Si la superficie está oxidada o manchada, aún puedes utilizar el resto; rebana únicamente la parte "negrita".
Para evitar la oxidación, corta con cuchillo de plástico o recubrimiento de porcelana, no retires la semilla y deja la pulpa dentro de su cáscara; si has descartado la cáscara, embarra unas gotas de jugo de limón o aceite de oliva.