Está comprobado que consumir sandía es buenísimo en el proceso de pérdida de peso si la combinas con una sana alimentación y ejercicio constante. ¿Por qué? Porque esta deliciosa fruta está compuesta por un 95 por ciento de agua y además es rica en fibra.
Además, consumirla favorece le desempeño digestiva de tu cuerpo, desintoxica y ayuda al tránsito intestinal, por lo que es ideal para incluirla en tu dieta diaria, sobre todo porque tiene un alto poder saciante.
Pero veamos más a detalle la bondades de la sandia.
1. Hidratante, saciante y refrescante
Como ya dijimos, el 95 por ciento de esta fruta es agua. Cenar sandía es una opción perfecta para ayudarte hidratar tu cuerpo.
2. Mejora el sistema inmunológico
Tiene un alto contenido de vitamina C, importante para reforzar y mejorar el sistema inmunológico y las defensas. Su poder antioxidante previene daños celulares.
3. Fortalece el sistema óseo
La sandía contiene licopeno, nutriente capaz de fortalecer los huesos y reducir el estrés oxidativo que genera osteoporosis.
4. Beneficia a tu corazón
Comer sandía en grandes cantidades incrementa el flujo sanguíneo, pues dilata los vasos. Es recomendable también en personas con hipertensión arterial leve.
5. Es cicatrizante
Su alto contenido de vitamina C ayuda a acelerar la curación de heridas, formando un nuevo tejido conectivo a través de la formación de colágeno.
6. Es buena para tus ojos
La sandía es una gran fuente de beta-caroteno que protege de la degeneración ocular provocada por la edad. Además, es efectiva en la prevención de la ceguera nocturna.
7. Es diurética
Al ser básicamente agua, la sandía ayuda a aumentar el flujo de orina mientras protege los riñones. Ayuda a eliminar amoníaco del hígado y combate la retención de líquidos.
8. Te ayuda a bajar de peso
Su contenido en citrulina ayuda a reducir la acumulación de grasas en las células, y esto tiene efectos positivos en la prevención de la acumulación excesiva de grasa corporal.
