Ya no te sientas culpable por comer chilaquiles, waffles, memelas, sandwiches, hot cakes, hamburguesas, tacos dorados y galletas.
Las nuevas tendencias culinarias están poniendo más énfasis en la selección de ingredientes y porciones correctas, que en el propio alimento, nos explica la nutrióloga Pamela Suárez Valverde quien, junto con su mamá, Tavane Valverde decidió crear un menú de platillos que generalmente son altos en grasas, pero por su forma de cocinarlos tienen valores nutricional y calórico adecuados para favorecer la salud.
Unos chilaquiles preparados de manera tradicional, cuya salsa es freída en aceite al igual que los totopos que se utilizarán, tienen 443 calorías, 31.8 gramos de carbohidratos, 5.7 gramos de proteína y 32 gramos de grasa.
En cambio, en los chilaquiles que ellas preparan, la salsa no se fríe y los totopos son horneados en freidora de aire, por lo que tienen en total 216 calorías, 23 gramos de carbohidratos, 9.4 gramos de proteínas y solamente 1.8 gramos de grasa.
Explica que las calorías recomendadas que debe comer una persona a lo largo del día son como máximo mil 200 en hombres, y mil 100, en las mujeres; no obstante, debido a la preparación de los alimentos y las porciones consumidas, fácilmente se rebasan estos límites.
La comerciante recuerda que en el proceso de baja de peso, el 80 por ciento del trabajo lo hace la alimentación y el 20 por ciento restante lo hace el ejercicio, por lo que es importante comer las porciones y alimentos correctos.
“Puedes hacer ejercicio y comer lo que sea, pero no se conseguirán los beneficios”, resalta.
Suplir formas de preparación
Tavane explica que la clave de su propuesta está en la preparación de los alimentos y en suplir algunos productos, como el caso de los totopos horneados para los chilaquiles.
Abunda que en el caso de las salsas para las pastas, estas las cocina sin aceite o a veces utiliza aceite de coco u oliva, pero en cantidades muy pequeñas.
Los waffles y hot cakes los prepara con espinaca, avena o plátano, para no utilizar harina de trigo; además, no añade mantequilla, pero los acompaña con mermeladas caseras sin azúcar, mientras que en las pizzas, utiliza la avena o pan pita como base.
La nutrióloga y su mamá también apoyan el comercio local, pues compran pan sin levadura hecho con masa madre para sandwiches, molletes y hamburguesas.
“Claro que puedes comer de todo, pero hay que saber cómo, qué cantidades, las porciones”, afirma Tavane.
En su menú no hay ensaladas, pues no se trata de encasillar la comida “sana” en verduras, sino que con su menú busca quitar estereotipos de la comida tradicional.
“Nuestro objetivo es que las personas cumplan sus metas de una manera saludable y deliciosa, además de obtener beneficios para el sistema digestivo, tener mayor energía y dormir bien sin dejar de comer rico”, destaca.
