Recientemente el mundo atravesó una situación difícil para todos, en la que nos vimos obligados a permanecer en nuestros hogares por mucho tiempo para evitar contagios de COVID-19.
El encierro por esta u otras razones puede afectarnos de distintas maneras, tanto físicas como mentales, por eso nunca debemos dejar de lado la salud mental, pues es tan importante como la salud física, así como alimentarse de manera sana.
Pero también, en la labor de la estabilidad mental, el ejercicio físico es primordial, ya que nos otorga beneficios que impactan nuestro estado emocional y mental.
Es así como diferentes estudios han logrado demostrar que las personas que realizan alguna actividad física de forma regular pueden reducir sus niveles de ansiedad, de depresión y de estrés, así como mejorar su estado de ánimo, su función cognitiva, su autoestima y su sueño.
Estas investigaciones sugieren que dichos beneficios en nuestra salud mental obedecen a que cuando se realiza alguna actividad física, el cerebro tiene una mayor circulación de sangre y oxigenación. También, nuestro cerebro libera endorfinas, produciéndose de este modo cambios químicos a nivel cerebral.
Estas modificaciones químicas en el cerebro permiten que mejore nuestro estado de ánimo y nuestra respuesta ante el estrés; así mismo, ayudan a mejorar la memoria. Igualmente se ha observado que las tensiones acumuladas en nuestros músculos se pueden reducir con el ejercicio, lo cual nos ayuda a relajarnos. En este sentido, podríamos decir que el ejercicio es un gran apoyo para el mejoramiento en el funcionamiento de nuestro cerebro y nuestro bienestar mental.
¿Qué ejercicios nos brindan estos beneficios?
Existen diferentes tipos de ejercicios, como los aeróbicos, anaeróbicos, de resistencia y de flexibilidad. Cada uno de ellos beneficia nuestra salud de diferentes maneras. Algunos tipos de estos ejercicios nos permiten mejorar nuestro estado físico, mientras que otros mejoran nuestra capacidad respiratoria, ayudan a mantener un corazón sano, desarrollan nuestros músculos o nos relajan.
Lo ideal es realizar una combinación de diferentes tipos de ejercicios. Nuestra recomendación es que la persona debe buscar un tipo de actividad que sea de su agrado y que se ajuste a sus necesidades y objetivos. Se deben establecer rutinas para generar una disciplina y constancia para que no se desista antes de ver los resultados. Recuerda que existen muchas posibilidades como caminar, trotar, montar bicicleta, nadar, bailar, hacer yoga o pilates, jugar al fútbol, básquet o tenis. Solo debes elegir la que más te guste y ser constante.
Hoy en día se sabe que el tiempo mínimo necesario para que surta un efecto positivo en nuestra salud debe ser de 150 minutos a la semana, dividido en series de 30 minutos diarios; sin embargo, se ha visto mejores resultados con un tiempo de una hora por día de acuerdo con la capacidad de cada persona.
Finalmente, es importante resaltar que para que estos beneficios sean más notorios es importante que la persona mantenga una dieta saludable. Y no olvides, toma la decisión de practicar algún tipo de ejercicio, comienza a tu ritmo, que paso a paso se llega lejos.
(Información de Clínica San Pablo)
