No importa si practicas deporte por salud o por simple recreación, nunca estás exento de una lesión muscular. Incluso en el día a día, en las actividades normales, estamos propensos a una torcedura de tobillo o un golpe en alguna parte del cuerpo.
¿Qué podemos hacer para aliviar el dolor y la inflamación ocasionados por un golpe?
En el mercado hay infinidad de cremas y ungüentos para aliviar las dolencias musculares muy comunes en la práctica deportiva, algunas más efectivas que otras, pero que a pesar de que se aplican localmente, no actúan con rapidez.
Aplicar frío o calor en una zona con dolor calma las molestias. Estas son de las terapias más comunes para aliviar los dolores musculares o de las articulaciones. Pero muchas veces no sabemos cuándo es adecuado aplicar una u otra.
Sin embargo, el frío es más efectivo para reducir la inflamación y la hinchazón. Cuando se aplica frío en una zona afectada, disminuye el flujo sanguíneo en el área y reduce la inflamación, lo que puede disminuir el dolor. El frío también puede ayudar a reducir la sensación de adormecimiento o entumecimiento, lo que a su vez disminuye el dolor.
Por otro lado, el calor puede ser más efectivo para aliviar los músculos tensos y mejorar la circulación. Cuando se aplica calor en una zona afectada, los vasos sanguíneos se dilatan, lo que aumenta el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos, lo que puede ayudar a relajarlos y aliviar el dolor.
Dolor e hinchazón
La Clínica Mayo recomienda que inmediatamente después de las lesión o golpe se aplique hielo en la parte afectada: pues ayuda a reducir el dolor y la hinchazón.
Recomienda aplicar hielo en la zona de 15 a 20 minutos cada 4 a 6 horas y colocar una toalla o un paño entre la compresa de hielo y la piel.
En cambio, explica, el calor puede ser más útil para el dolor crónico de tendón, que suele denominarse tendinopatía o tendinosis. El calor puede aumentar el flujo sanguíneo, lo que puede promover la recuperación del tendón. El calor también relaja los músculos, lo que puede aliviar el dolor.
En general, si la zona afectada está hinchada o inflamada, el frío puede ser más efectivo para aliviar el dolor. Si la zona afectada está tensa o rígida, el calor puede ser más efectivo para aliviar el dolor. Sin embargo, es importante recordar que cada persona es única y puede tener diferentes preferencias de temperatura. Siempre es recomendable probar ambas opciones y elegir la que brinde el mayor alivio.
