¿Sabes cómo diferenciar y cómo tratar tus cicatrices? | Cultura Saludable

¿Sabes cómo diferenciar y cómo tratar tus cicatrices?

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Las cicatrices son áreas de tejido que se forman en el proceso de curación de heridas o lesiones en la piel o en otros tejidos del cuerpo.

Cuando la piel o los tejidos se lesionan, el organismo inicia un proceso de reparación mediante la producción de colágeno, una proteína que forma una especie de "parche" para cerrar la herida. Con el tiempo, este tejido de colágeno se remodela y forma una cicatriz visible en la superficie de la piel.

Las cicatrices pueden variar en apariencia según diversos factores, como la gravedad y tipo de herida, la genética de la persona y su capacidad para cicatrizar, la edad del individuo y la ubicación de la cicatriz en el cuerpo.

Algunas cicatrices pueden ser planas y apenas notables, mientras que otras pueden ser elevadas, hundidas, o tener un color diferente al de la piel circundante.

Si bien las cicatrices son una parte natural del proceso de curación del cuerpo, pueden generar preocupación estética o, en algunos casos, limitar el movimiento o función de ciertas áreas del cuerpo, especialmente si son extensas o se encuentran en zonas sensibles. Existen varios tratamientos médicos, como la cirugía reconstructiva, láser, cremas, y terapias tópicas que pueden ayudar a mejorar la apariencia de las cicatrices o aliviar posibles molestias asociadas.

Asistencia especial

Yolnicte Bassave, experta en medicina estética, explica que una marca en la piel puede volverse una patología, así que conviene buscar asistencia especial y no automedicarse.

“Cada cicatriz tiene una manera diferente de tratarse; depende mucho de la gravedad y cuánto tiempo tiene en el cuerpo”, comenta la fundadora de Kioo Medical & Beauty Center.

“Cuando aún se ven rosadas, indica que aún existe vascularización en la zona, es decir, irrigación sanguínea, y es más fácil disminuirla”.

El tratamiento dependerá del paciente, su edad, estado de salud general e historial clínico; así como el tamaño, tipo y ubicación de la cicatriz, sin dejar de mencionar la tolerancia a ciertos procedimientos.

Los tipos

  • Eutrófica. No tiene una textura o pigmentación distinta, su restitución es homogénea y se nota poco.
  • Hipertrófica. Resalta por su textura dura y coloración diferente; a veces, produce picazón y sensibilidad al tacto.
  • Atrófica. Son el resultado de granos, varicela o cirugías y la pérdida de colágeno. Cambian de pigmentación y fibrosis.
  • Queloide. De color de rojo a violeta con signos de inflamación; suelen resultar de quemaduras, cirugías o acné severo.

¿Qué hacer?

  • Inyecciones de esteroides. Disminuyen el tamaño, irritación, enrojecimiento y ardor. Puede producir decoloración en la zona.
  • Terapia de presión. Se aplica un dispositivo de presión todo el día o en un periodo de cuatro a cinco meses.
  • Dióxido de silicón. En forma de gel o parche, para disminuir el color rojizo de los queloides.
  • Cirugía. Ideal para cuando un tratamiento no quirúrgico no fue suficiente, consiste en una incisión y sutura, o bien, con injertos.
  • Láser. Se utiliza para alisar la piel, eliminar cualquier color anormal y aplanarla. 
  • Radiación. Es para casos en que los tratamientos anteriores no son suficientes.