La nutrióloga Mariel Hernández explica que el trastorno dismórfico corporal es un trastorno mental que se caracteriza por una preocupación obsesiva por defectos de la apariencia personal.
A pesar de que ciertos defectos físicos puedan ser imperceptibles para los demás, como sentir el aumento de peso o masa corporal, este trastorno puede llevar a que una persona a sufrir trastornos en la conducta alimentaria, principalmente anorexia nerviosa.
Este trastorno, explica la experta, se presenta a menudo en la adolescencia y es generado por eventos frustrantes en la infancia, eventos traumáticos como humillaciones, acoso sexual, fracaso público en alguna actividad deportiva o social y lesiones o enfermedades físicas, entre otros factores.
“Esto desencadena sentimientos de vergüenza relacionados con la autoimagen o el autoestima”, señala.
Para identificarlo, explica que un comportamiento característico es verse continuamente en un espejo o, por el contrario, evitar ver su cuerpo.
La especialista detalla que este trastorno puede ocasionar otro, el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), y problemas de anorexia nerviosa, vigorexia, bulimia, ansiedad, delirios, depresión o incluso suicidio.
Resalta que es de vital importancia que quienes padecen algo como lo señalado anteriormente, acudan con un psicólogo o incluso con psiquiatra, y, por supuesto, que pidan el apoyo de familia o amigos.
Recomienda también llevar una alimentación sana y actividad física regular, lo cual hará que la persona se sienta más saludable. “Es una acción de amor hacia ti mismo, pues el problema está en la mente, no en tu cuerpo”, concluye. (Ana Lilia Pacheco)
