Ansiedad y depresión, amenazas para las mujeres | Cultura Saludable

Ansiedad y depresión, amenazas para las mujeres

depresiòn_ansiedad
Foto(s): Cortesía
Rolando Espinosa

La ansiedad y la depresión son dos amenazas actuales para las mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud, las féminas predominan en las tasas de depresión, ansiedad y quejas somáticas. 

La primera, en especial, es más persistente en el género femenino, aunque falta información para entender los porqués.

Si bien sentir ansiedad es hasta cierto punto normal, es nociva cuando las preocupaciones son excesivas o interfieren significativamente en la rutina de un apersona, en este caso e una mujer.

En ansiedad lo más común es sentir preocupación excesiva por el futuro y tener un pensamiento que no se puede dejar e impide la realización de las actividades cotidianas.

En depresión, lo común es tener pensamientos pesimistas, como que no vale la pena hacer nada o que ella misma no vale. Dejar de disfrutar las actividades que antes provocaban gozo

Existen condicionantes de trastornos que exclusivos en las mujeres. La depresión post-parto, por ejemplo.

La ansiedad y la depresión también podrían estar conectadas con los roles que llevan a desigualdades entre los géneros. Ellas, después de todo, aún experimentan la brecha salarial, por mencionar un caso.

La pandemia de COVID-19 vino a cambiar la situación. Y si bien no todo es negativo, hay nuevos retos para el bienestar mental de ellas.

Las mujeres, particularmente las que tienen hijos, adquieren más responsabilidades: en el trabajo, en el hogar y ahora en la educación de los niños. Esto eleva el estrés.

"El poder tener contacto social, que era un factor de prevención en la salud, es algo que hemos perdido. 

"Y otro factor que no podemos negar es que la violencia hacia las mujeres también ha aumentado. Ése es un factor muy importante en la salud mental de ellas que no podemos dejar de mencionar”.

Cómo preservar la salud mental:

  • Dormir bien.
  • Hacer ejercicio.
  • Tener rutinas: levantarse, bañarse y comer a la misma hora, aunque no se tenga que salir de casa.
  • Tener actividades de autocuidado: dar el tiempo para las cosas placenteras, como oír música, escribir o tomar un baño caliente.
  • Mantener reuniones con los seres queridos, aunque sean virtuales, donde se puedan desahogar las emociones.
  • Guardar un diario en el que queden consignados los aspectos positivos de la vida.
  • Conectar con la naturaleza y la espiritualidad: rezar (si se es creyente) y meditar.