Dulces y radiantes jitomates con sello orgánico | Cultura Saludable

Dulces y radiantes jitomates con sello orgánico

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Si el cuidado del medio ambiente pudiera resumirse en algún sabor, probablemente sería el de estos jitomates hidropónicos eslovacos. Dulces en extremo, son cultivados con ecotecnias en Farma kameničany, granja que en 2021 ganó primer lugar en el concurso Sustentabilidad Europea.

Utilizan principalmente agua de lluvia, colectada en un estanque; cuentan con una planta de biodiesel alimentada con desechos orgánicos -propios y de productores cercanos-; utilizan el ecocombustible para generar electricidad; capturan y almacenan el dióxido de carbono para aprovecharlo en los invernaderos; incluso las canastas de un kilo son de cartón reforzado para no recurrir al plástico.

“Todos tratan de ser el número uno, pero nosotros estamos motivados por ser el número cero”, dice con humor Jirí Stodulka, cofundador de kameničany, tras explicar el más grande logro de la firma: la certificación “cero residuos de pesticidas”.

Las plagas se combaten biológicamente; es decir, en lugar de pesticidas, utilizan avispas, gusanos y patógenos benévolos.

Farma kameničany produce hasta 800 toneladas al año de variedades cherry y uva, tanto en la sede eslovaca como en una más que tienen en Chequia.

“Para que estos tomates sepan tan bien, hay mucha tecnología detrás”, explica Javier Arizmendi, un mexicano que trabaja para la certificadora española.

De acuerdo con una encuesta realizada por la Comisión Europea, el sabor es la cualidad más valorada por el consumidor al adquirir alimentos, así lo dijeron 45 por ciento de los europeos y 55 por ciento de los eslovacos.

En busca de dotar a sus jitomates con las mejores cualidades, miden valores en las piezas recién recolectadas y estudian su envejecimiento.

“Así podemos optimizar la nutrición que se les está dando, para que cada vez tengan mejor concentración de vitaminas, de azúcares, de distintas moléculas que que les dan aroma y sabor”.

Detrás de la certificación

Para mantener el sello "cero residuos de pesticidas", esta granja debe cumplir el reglamento europeo 396/2005. Los productos se analizan dos veces al año en busca de trazas de 496 pesticidas e insecticidas. Sin exposición a químicos, la salud de los trabajadores también se ve beneficiada. (Agencia Reforma)