Toma ese cuchillo y extiende la mantequilla sobre el pan tostado de tu desayuno, mientras le echas un vistazo a estos singulares datos.
A simple vista, mantequilla y margarina pueden parecer prácticamente iguales, pero mientras una es derivada de la leche, la otra se obtiene de grasas vegetales.
Sí, una cuchara aporta alrededor de 100 calorías, pero contiene 400 ácidos grasos, aporta vitaminas A, D, E y K2, selenio, yodo, manganeso y zinc.
Quien aprecia la panadería francesa de buena factura, los hot cakes elaborados con todas las de la ley o el característico aroma que emerge al reventar unas palomitas de maíz, sabe de los insustituibles encantos sensoriales de la mantequilla.
Se cree que el origen de la mantequilla, como el de otros tantos productos culinarios, fue accidental al agitarse una crema de leche (de cabra u oveja) más de lo necesario.
El primer registro escrito que hace referencia a la mantequilla aparece con los mongoles, luego ésta se convertiría en un ingrediente altamente apreciado por vikingos y celtas.
En 2021, México produjo 237 mil millones de toneladas de mantequilla. En cuanto a las importaciones, Nueva Zelandia es nuestro principal proveedor.
En 2019 se volvió viral la historia de Cremería Americana, la empresa mexicana detrás de la mantequilla Gloria, que destina gran parte de sus utilidades a otorgar becas a través de la Fundación Alberto y Dolores Andrade.
Es bien sabido que los franceses no le temen a la mantequilla. Especial fama de perfección cobró el puré de papa del cocinero Joel Robuchon, quien decidió quintuplicar la cantidad de este ingrediente en su receta. (Agencia Reforma)
