La sola idea de meterse en un lado helado puede hacer tiritar a la mayoría, pero no a la doctora en inmunología y especialista en células asesinas naturales Angélica Cuapio.
“Nuestro récord hace unas semanas fue que afuera teníamos -17 grados (Celsius), y adentro en el agua era 0.1, 0.2 grados; entonces sales y es horrible, porque hace frío y además hace viento. Es un choque térmico muy fuerte que no se puede repetir, hay límites”, comparte en entrevista telefónica a la Agencia Reforma la investigadora del Centro de Enfermedades Infecciosas del Instituto Karolinska en Estocolomo.
La crioterapia es la inmersión y exposición a temperaturas bajas de una persona por un cierto tiempo con fines médicos y de alivio del dolor, entre otras cosas.
Como científica, Cuapio ha buscado comprender las causas por las cuáles su salud se ha fortalecido a partir de estos extremos chapuzones de agua helada, encontrándose con una poco actualizada e insuficiente base experimental en la materia.
“Uno de los estudios más grandes realizado el año pasado se trata sobre su efecto en la remodelación de la grasa parda, o sea, la grasa que tenemos de forma más innata, que es la que nos ayuda a poder regular la temperatura y la que se utiliza más en los tiempos fríos; cuando estás expuesto a la nieve, al frío fuerte, esta grasa se activa”, explica.
Beneficios del agua helada
- Despeja y activa mente y cuerpo
- Mejora la circulación
- Incrementa la capacidad de atención
- Mejora tu estado de ánimo
- Incrementa la oxigenación
- Acelera el metabolismo
- Activa el sistema inmune
- Mejora la líbido y la calidad y cantidad de esperma
- Desinflama y alivia el dolor
- Mejora el sueño
- Promueve mejora en el funcionamiento renal y linfático
- Aumenta la productividad
- Beneficios en piel y cabello
- Refuerza la autoestima y la sensación de autocontrol