Efectivamente, se puede recurrir a una cirugía para bajar de peso, pero al no haber un abordaje desde lo emocional, es muy probable que en unos años recuperes los kilos perdidos, coinciden especialistas.
“Muchas veces se puede hacer la cirugía, pero después vuelven a subir de peso”, expone Lorena Morales, psicóloga clínica y psicoterapeuta.
La obesidad suele estar ligada a trastornos de salud mental, agrega, como ansiedad, depresión y trastornos por atracón.
Son situaciones que empeoran porque en la sociedad hay una fuerte discriminación hacia la gente con sobrepeso. Esto también influye para que tengan baja autoestima, inseguridad, dificultad para tener pareja y relaciones sociales.
“Es un círculo que se va retroalimentando y va muy ligado, no puedes separar la parte emocional”, dice Morales. “No es simplemente hacer dieta, porque hay que tratar todos esos mensajes que se tienen y que se han adquirido a lo largo de la vida respecto al cuerpo, a la liga que tiene con la parte emocional.
“Dicen: 'ten fuerza de voluntad', lo ponen como si fuera demasiado simple, y no. Es sumamente complejo, está totalmente intrincada la parte física con la parte emocional: la necesidad fisiológica de comer con las necesidades emocionales”.
El punto clave para comenzar a hacer un cambio es la aceptación de uno mismo, resalta Mendiola, especialista en psicología de la obesidad.
Mendiola explica que “aceptar” no significa resignarte a vivir con sobrepeso toda la vida, sino dejar de criticarte y luchar contra ti mismo para empezar a verte con una mirada compasiva y de amor a tu cuerpo.
“Tienes que trabajar desde una aceptación para después tener la energía emocional, el amor a ti mismo, la fuerza, para poder hacer lo que tengas que hacer para adelgazar.
“Hay que dejar de luchar, esa lucha se tiene que convertir en comprensión porque no puedes adelgazar cuando te dices cosas feas, cuando te echas la culpa, cuando no has comprendido cuáles son las motivaciones detrás de tu sobrepeso”. (Agencia Reforma)
