Ya sea para tratar dolor emocional, físico o espiritual, la terapia reiki es un tratamiento integral natural que utiliza la energía, principalmente de las manos, para sanar a pacientes y devolverles la armonía.
Mauri Sol Acosta Altamirano, maestra reiki, señala que esta terapia es parte de una disciplina holística creada en Japón -desarrollada por el maestro Maikao Usui- que se enfoca en enseñar cómo gestionar las emociones para que no se somatizan en el cuerpo físico.
Existe una técnica específica para poder devolver la armonía al cuerpo de varias maneras; sin embargo, la que más identifica la gente es la de las manos, pues de ellas siempre emana energía.
La terapeuta explica que el reiki fortalece el sistema inmunológico y el tiempo de duración del tratamiento depende del desorden o de la falta de armonía que tiene el paciente y es complementaria a los tratamientos médicos, de manera que no es necesario interrumpirlos.
El reiki es una terapia aceptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e incluso en algunos países como Estados Unidos y Brasil ya se cuenta un área especializada.
Empatía y confianza
La especialista explica que la terapia reiki necesita de la disposición de la persona que la recibirá, mientras que el terapeuta debe ser empático y provocar confianza.
Detalla que el terapeuta primero hará una entrevista para crear un punto de referencia del tipo de dolencias que presenta el paciente (emocionales, físicas o espirituales) y otras implicaciones técnicas como olores, respiraciones, música, flores de Bach o piedras volcánicas.
Durante la terapia -que dura aproximadamente 45 minutos-, se le informa al paciente que podría sentir hormigueos, calor, piquetes o alguna sensación placentera, lo cual es natural.
¿Cómo son las terapias?
Mauri Sol explica que la sesión consiste en recostar al paciente sobre una cama mientras la terapeuta pone sus manos a una distancia de entre 5 y 20 centímetros, pues el reiki se encarga de tocar el aura y no el cuerpo.
El especialista coloca sus manos durante cinco minutos en cada parte del cuerpo, comenzando desde la cabeza hasta los pies; sin embargo, si es necesario recurrir al contacto físico podrá hacerse.
La terapia reiki se puede aplicar a mujeres embarazadas, bebés y adultos mayores por igual, pues no hay restricción de edad ni condición, pues esta terapia puede ser de gran ayuda para complementar los tratamientos médicos.
Esta terapia puede aplicarse incluso a personas en estado de coma, sin embargo deberá realizarla un terapeuta que tenga información y práctica en estos casos, pues se debe trabajar y respetar el libre albedrío, dolencia física, emocional, mental o espiritual.
Destaca que para ofrecer terapias reiki, primero se debe armonizar con uno mismo, después con los más cercanos para que integren sus emociones a través de la técnica de la posición de manos, entre otras características.
