La Danza de la Pluma (originaria de la región Valles Centrales, en Oaxaca) es una de las expresiones dancísticas más aplaudidas por propios y extraños sobre todo en las ediciones de la Guelaguetza que se presentan en julio.
La fuerza y la energía que proyectan los bailarines en el escenario, cargando pesados penachos de hasta cuatro kilos y dando enormes saltos que alcanzan el metro de altura, maravillan al público.
Pero para lograr estas pequeñas proezas físicas, los danzantes se preparan desde niños. Iván Cruz, instructor de la danza en el municipio de Zaachila, afirma que, aunque antes la danza la ejecutaban hombres mayores de 40 años, actualmente desde los más pequeños comienzan a practicarla.
Él se encarga de entrenar y ensayar con niños, niñas y adolescentes, y asegura que el beneficio de iniciar con la danza folclórica -sobre todo con la Danza de la Pluma- desde niños fortalecen los tendones y las extremidades inferiores en general.
Ejercicios previos
El instructor explica que esta actividad debe practicarse a la par de otros deportes para fortalecer los sistemas respiratorio y cardiovascular, pues la Danza de la Pluma requiere gran residencia y condición física.
Además, la danza actualmente se practica alrededor de dos horas dos veces por semana, para tener los músculos siempre fortalecidos.
Señala también que es importante tener una preparación previa para evitar lesiones, sobre todo en las rodillas y tobillos, pues son las partes del cuerpo que más trabajo realizan durante la ejeción del número, por lo que constantemente reciben asesorías de calentamiento previo a la práctica.
En este proceso de calentamiento se realizan ejercicios cardiovasculares, estiramientos en tobillos, rodillas y cintura; también se fortalecen brazos y cuello debido al peso de la corona de plumas.
El danzante resalta la importancia de aprender a caer tras dar los saltos característicos de esta danza. La técnica que se aplica es la recomendada en cualquier tipo de salto; es decir aterrizar flexionando las rodillas. Si alguien cae sin hacer esta flexión, seguramente sufrirá lesiones serias con el tiempo.
“Para conseguir esa fortaleza, se hacen flexiones, sentadillas, desplantes, burpees y abdominales”, explica.
También se practica el equilibrio y se fortalece el abdomen, puesto que se hacen movimientos y giros y es necesario que estos pases sean perfectos.
El entrenador detalla que para conseguir brincar alto, realizan ejercicios de brincar neumáticos, botes u otros obstáculos.
Los beneficios del baile para la salud
El baile combina los beneficios del ejercicio aeróbico con los del ejercicio de soporte de peso.
- Mejor salud
- Músculos más fuertes
- Mejor equilibrio y coordinación
- Huesos más fuertes
- Menor riesgo de demencia
- Mejor memoria
- Menos estrés
- Más energía
- Mejor estado de ánimo
