Víctor Hugo Villanueva
Existen muchos mitos alrededor del embarazo y el ejercicio. Mucha gente opina que las embarazadas no deben realizar ciertas actividades físicas porque ponen en peligro al bebé o pueden adelantar el parto, pero es completamente falso.
La licenciada en Terapia Física, certificada en ejercicio durante el embarazo y posparto, Diana Rodríguez Olvera, explica que el ejerció durante el embarazo no solo es posible sino recomendable y debe estar compuesto de una serie de actividades agendadas durante el proceso de gestación.
Se considera que las puede a empezar a realizar después de las primeras 12 semanas de gestación y bajo la supervisión del ginecólogo, para evitar poner en riesgo tanto a la madre como al producto.
La especialista detalla que ese tipo de actividades traen consigo múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé, pues no solo se ven reflejados durante el embarazo si no también después de este.
Veamos algunos ejercicios
- Sentada en una pelota (de entre 60 y 85 cm de diámetro), realizar círculos pequeños en ambos sentidos. Este movimiento ayuda a movilizar el sacro y también fortalecer y tonificar los músculos del tronco. Cuando realicemos ejercicios en la pelota nuestros pies debe de estar bien apoyados en el piso.
- Movimiento de mariposa. Sentada con las piernas separadas y talones juntos realizar movimientos de aleteo con las piernas. Este ejercicio nos ayuda con la movilidad de nuestras caderas.
- Acostada boca arriba con un soporte de 45° debajo de la espalda, coloca los talones estarán sobre la pelota y realiza círculos, primero hacia un lado y después hacia el otro. Este ejercicio nos ayuda a la retención de líquidos.
- Posición de gato. Esta postura nos ayuda a movilizar toda la columna. Nuestra pelvis debe de estar neutra, el movimiento empieza desde el sacro. Inhala y exhala al tiempo que arqueas lentamente la columna hacia dentro.
- Boca arriba sobre la pelota, con las manos a los costados de la pelota. Este ejercicio nos ayuda a relajar la columna.
Objetivos
- Disminuir la aparición de episodios de lumbalgia
- Mejora de la postura
- Favorecer el proceso del parto
- Controlar la ganancia de peso durante el embarazo
- Evitar la retención de líquidos
