¿Te duelen las rodillas?, debes leer este artículo | Cultura Saludable

¿Te duelen las rodillas?, debes leer este artículo

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Foto(s): Cortesía
Redacción

El desgaste de los meniscos y del cartílago, referido por los especialistas como osteoartrosis o artritis hipertrófica, suele ocurrir de manera silenciosa e inadvertida.

Entonces, cuando hay dolor, es que el hueso ya está siendo afectado; quiere decir que el cartílago está parcial o totalmente desgastado.

Por ello puede doler la rodilla durante la temporada de bajas temperaturas, pues al no haber más cartílago, el hueso se enfría y causa molestia. 

Origen del desgaste

Las causas pueden ir desde algo tan común como sentarse inadecuadamente -cruzando la pierna y colocando una rodilla sobre otra- y abusar del uso de tacones muy altos, hasta por realizar trabajos en los que se debe cargar mucho peso. 

Además de ello, puede ser por sobrepeso y obesidad. Estudios de biomecánica han calculado que la rodilla resiente al doble cada kilo que tiene una persona por encima del peso ideal.  De ahí que perder peso restará estrés a las articulaciones, evitando el desgaste temprano del cartílago. 

Por ello se recomienda:

  • Seguir una alimentación balanceada
  • Realizarse un chequeo médico para determinar si existe ya algún problema 
  • Activación física, preferentemente que no involucre estrés en las articulaciones, como natación, bicicleta, elíptica o remo. 

La edad

Los años también son enemigos de las articulaciones; conforme pasa el tiempo, el cartílago se va desgastando, por lo que es muy probable que, al llegar a la tercera edad, las rodillas empiecen a dar molestias, acentuadas por largos periodos de inmovilidad. Aunque, ojo, mayor edad no es sinónimo inherente de dolor.

Síntomas y tratamiento

  • Los especialistas recomiendan visitar al médico si hay con frecuencia inflamación, dolor y chasquidos, además si hay dificultad para levantarse o para andar continuamente
  • Si bien el cartílago no se puede regenerar, la osteoartrosis puede controlarse y atenderse eficazmente por varias vías:
  • Fisioterapia
  • Antiinflamatorios y analgésicos para disminuir dolor e inflamación
  • Condroprotectores, medicamentos específicos para la artrosis, como la glucosamina
  • Infiltraciones de esteroides y ácido hialurónico, que forman una especie de cicatriz sobre el cartílago dañado.
  • Cirugía de reemplazo articular