El aumento de casos de viruela símica ha encendido las alarmas de la salud pública y, especialmente, de la población de hombres que tienen sexo con hombres, que representan la mayor parte de los casos en las estadísticas de esta enfermedad.
Al aún no tener suficientes evidencias científicas, la Organización Mundial de la Salud y los CDC piden no estigmatizar el virus y relacionarlo sólo con personas LGBT+, pues el riesgo de contagio es para todos y a cualquier edad ante las diferentes vías de contagio.
Esta enfermedad se transmite por contacto directo con las secreciones de una persona enferma a través de mucosas o lesiones de la piel, gotitas respiratorias y objetos contaminados con los líquidos corporales.
La viruela símica se presenta principalmente en zonas de selva tropical de África Central y Occidental y, esporádicamente, se exporta a otras regiones.
Los signos clínicos de la viruela símica suelen ser fiebre, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos, y puede provocar una variedad de complicaciones médicas.
Suele ser una enfermedad autolimitada, con síntomas que duran de 2 a 4 semanas. Puede causar cuadros graves. Recientemente, la tasa de letalidad ha sido de alrededor del 3 al 6 por ciento.
Iván Castillo, infectólogo pediatra, dijo a Grupo REFORMA que, en el caso de niños y adolescentes, aunque ha sido el rango poblacional menos afectado, el riesgo es latente.
Recomienda higiene de manos y acudir al médico en caso de contacto estrecho con una persona con lesiones en la piel.
Voz experta
Javier Ramos, infectólogo, fellow de IDSA (Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América), respondió algunas preguntas sobre el virus de la viruela del mono.
- ¿Qué tan grave puede ser la enfermedad?
La mayor parte de los casos son de leves a moderados. Una pequeña fracción se puede complicar con hospitalización. Las muertes no son comunes.
- ¿Cómo es la transmisión de este virus entre las personas?
Las principales vías son contactos de persona a persona. La mayor parte de los casos han sido por contacto sexual.
La segunda forma es la vía aérea. Afortunadamente no es una forma eficiente de transmisión epidemiológica de este virus. Se recomienda que, si hay un paciente en una familia, éste se aisle por tres semanas.
Entre más minutos pasen en una interacción cara a cara, sin cubrebocas, es más probable el contagio. Otra forma es por contacto con superficies, mantas o sábanas, pero no son mecanismos frecuentes de transmisión.
-¿Qué tiene de diferente con la viruela humana?
Aunque es un virus de la misma familia, la viruela humana sí podía matar a mucha gente. En la humana, además de las lesiones, había problemas respiratorios muy serios y podía ser mortal. La viruela símica o del mono no tiene esos rasgos.
- Las estadísticas señalan que la mayor parte de los casos confirmados son entre hombres que reportan tener sexo con otros hombres.
La OMS no le ha llamado una enfermedad de transmisión sexual para evitar el estigma y la marginación que ya vivimos en casos de VIH, pero el contacto sexual es un contacto directo.
- ¿Existe inmunidad en quienes fueron vacunados contra la viruela humana, antes de que se considerara erradicada?
No. La inmunidad de aquella vacuna era de sólo 8 a 10 años.
- ¿Funciona la vacuna para la viruela humana para la viruela símica?
Hay vacunas desarrolladas contra la viruela humana, no para la viruela del mono, pero sirven para ella. En México no están disponibles y en Estados Unidos su acceso ha sido restringido. También está el medicamento Tecovirimat para tratar la viruela símica, tampoco está disponible en el país.
- ¿Cuál es su recomendación para la comunidad?
No hay motivo de alarma. Es una enfermedad muy prevenible, si una persona sexualmente activa selecciona a sus parejas, no tiene un número muy grande de parejas o si usa métodos de barrera (condón) en sus contactos, su riesgo disminuye. (Agencia Reforma)
