Una alimentación nutritiva, protección e higiene, acondicionamiento de un hogar seguro, son algunos de los elementos de una crianza sensible, asegura la Secretaría de Educación Ciencia Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (Sectei).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el cuidado cariñoso y sensible es fundamental para el desarrollo de la primera infancia.
“Los cuidadores primarios y las personas directamente responsables del niño en casa son los padres. También lo son los cuidadores fuera del hogar, como los que hay en los servicios de guardería. Brindan atención cotidiana”, señala la dependencia.
“La crianza sensible y cariñosa necesita personas que sepan qué hacer para cuidar a los menores y a sí mismos. Los adultos, a veces, servimos a los niños porciones de comida del mismo tamaño que las de un adulto. Pero esto es inadecuado", detalla.
La dependencia explica que en la nutrición no se debe obligar a los infantes a dejar el plato vacío, darles un postre antes de la comida, complacerlos con antojos constantes y fuera de sus horarios, ni habituarlos a alimentos con sal, azúcar y grasa.
También apunta a ser conscientes de las probabilidades que tiene el menor de quemarse, caerse, golpearse la cabeza, fracturarse e intoxicarse, para lo que se ofrece un manual de cómo evitar accidentes en el hogar.
