La depresión es un trastorno de la afectividad, que altera el estado de ánimo de las personas, por lo que es importante evaluar el entorno del paciente, la situación familiar, laboral, sentimental y conyugal.
El 30% de la población mayor de 20 años, en algún momento de la vida, han presentado algún tipo de trastorno mental, como ansiedad, esquizofrenia o tristeza, siendo los más vulnerables los adultos mayores.
El factor que detona lo anterior, puede ser el proceso de jubilación, ya que dejar de trabajar de un día para otro, después de años de servicio activo es un cambio drástico, y si no se cuenta con el apoyo psicológico, puede empezar a desarrollar signos de depresión. Otro motivo, es la pérdida de la pareja o de una hija o hijo.
Entre los síntomas de depresión están los malos pensamientos como quitarse la vida, la falta de interés por las cosas que se solían hacer, dificultad para concentrarse, cansancio, falta de energía y sentimientos de culpa.
Otro de los factores que ha desencadenado los problemas de depresión y ansiedad, es la pandemia por COVID-19, la situación económica, alguna enfermedad recién diagnosticada como diabetes, cáncer, la muerte de alguien cercano y el propio envejecimiento.
El paciente se debe referir con el psicólogo para su atención y tratamiento, con la finalidad de mejorar su calidad de vida y salir del estado depresivo que atraviesa, en algunas ocasiones el tratamiento puede ser a base de fármacos.
Es por eso que se exhorta a las personas mayores de 60 años a que acudan al Centro de Salud más cercano a realizarse este test, que permitirá detectar y atender oportunamente este problema de salud pública.
