Por supuesto que sabes que la principal función del envasado de alimentos y bebidas es protegerlos del exterior para que estén en buenas condiciones para su consumo durante un tiempo determinado.
El objetivo principal es reducir al mínimo el deterioro de los alimentos y limitar el uso de aditivos, además de que resulta un medio práctico para informar a los consumidores sobre las características de los productos.
El envase preserva la forma y la textura del alimento que contiene, evita que pierda sabor o aroma, prolonga el tiempo de almacenamiento y regula el contenido de agua o humedad del alimento.
“Las características del envase son para facilitar su distribución y para que el producto se mantenga con higiene, sabor y nutrientes, para reducir al máximo la posibilidad de deterioro e incrementar su disponibilidad”, detalla la ingeniera en alimentos Debby Blanchman, para la Agencia Reforma.
Los más comunes
Los envases que abundan en el mercado son:
- PET: de dos tipos, con capa interior oscura y exterior blanco o en botellas de una sola capa. Ninguno permite el paso de la luz, pues los rayos ultravioleta afectan a las cualidades de la leche.
- Tetra-Pak: 6 capas de laminados, dos de polietileno que evitan fuga del líquido, una de aluminio que sirve como barrera contra luz y oxígeno, una de poliestireno, una de papel, que da estructura, rigidez y sirve como lienzo al etiquetado y finalmente otra de polietileno. Son envases estériles en los que la leche se vierte de forma aséptica.