Cada alimento que llevas a tu boca tiene una huella ambiental, según los recursos que haya requerido para producirse y llegar hasta ti. La clave es buscar consumir aquellos con la menor huella posible. Sigue estos consejos que brindan ambos especialistas.
Consumir alimentos locales y de temporada
Transportar cultivos de una zona a otra implica mayor contaminación, pues la mayoría del combustible es de origen fósil, el cual provoca emisiones de dióxido de carbono que contribuyen al calentamiento global.
Reduce el consumo de carne
La ganadería es una de las actividades que más contaminan el planeta, pues requiere grandes cantidades de agua y tierra para producir los productos.
No se trata de dejar de consumirla por completo, sino de ser consciente sobre ello y reducir la cantidad.
Evita desperdicios
La mayoría de la agricultura global desplaza ecosistemas para cultivar y utiliza químicos que dañan a los organismos. Desperdiciar alimentos es como si esas afectaciones al planeta fueran en vano.
Haz tu huerto
Cultivar en casa te ayuda a mejorar la calidad de los nutrientes y evitar la contaminación del traslado de los alimentos.
Haz composta
El compostaje es como reciclar materiales orgánicos. Permite darle una nueva vida a los desechos, en vez de que terminen en el basurero contaminando.
Ahorra energía
Ojo con el agua
Los consejos para cuidar el agua se pueden resumir en ahorrar, eficientar y reutilizar.
Desde cerrar la llave cuando no se usa, dar un segundo a toda el agua utilizada en casa, hacer adaptaciones en tuberías, y depósitos de baños y regaderas para 'hacerla rendir' más.
Lo primero que hay que entender es que este líquido no sólo lo necesitan los seres humanos, sino todos los habitantes del ecosistema.
"Si no dejamos una fracción de agua para que los ecosistemas funcionen adecuadamente", apunta el director de SOSAC, "no importa cuánto aseguremos tener agua para nosotros porque se nos va a acabar".
Otra recomendación es pensar dos veces antes de pavimentar un área de tierra, pues el suelo permite la permeabilidad del agua cuando llueve, lo que ayuda a todo el ecosistema.