En lo agitada que puede resultar la vida diaria, es importante ir más despacio y combatir el estrés, y ello forma parte de los denominados “alimentos primarios” que nutren el alma. Así lo menciona la health coach, Samantha Ortega.
En entrevista con Cultura Saludable precisa que, de entrada, es importante tomarse el tiempo para marcar prioridades en los objetivos diarios, enfocándose en hacer las tareas más importantes, lo que permitirá eliminar el ajetreo y el estrés de tratar de hacer todo al mismo tiempo.
Agregó además que, ante lo acelerado del mundo de hoy, lo aconsejable es disfrutar de la vida y enfocarse en los asuntos más importantes del día y reducir el uso del internet a la mitad.
Y es que las redes sociales, los correos electrónicos y navegar por la red pueden hacer que nuestras mentes pierdan el enfoque y deambulen a través de cientos de tópicos, pensamientos e ideas; por eso es clave usar la mitad de ese tiempo en ejercitarse o meditar.
Así también, en cuanto el tiempo lo permita, tómate un receso de cinco a diez minutos para salir y respirar aire fresco, desconectándote del mundo y concentrándote en la belleza de la naturaleza.
Haz a un lado el teléfono celular y mantente alejado de ambientes ruidosos para conectarte con familiares y amigos a un nivel más profundo.
Dedícate más tiempo
La próxima vez que estés anotando nuevas tareas en tu calendario o agenda, trata de sumar unos cuantos minutos más al tiempo estimado para cada actividad, lo cual ayudará a no correr entre las diversas tareas diarias.
Toma la ruta escénica
En una siguiente ocasión que estés manejando para ir a algún lugar lejano, si existe un seguro panorama, intenta tomar la ruta escénica, es decir maneja a través de campos abiertos, montañas o viendo la ciudad, lo cual puede resultar muy relajante.
Cierra los ojos
Unos pocos minutos de meditación pueden establecer el tono del resto de tu día; comienza por vaciar tu mente y haz varias respiraciones profundas antes de comenzar las tareas diarias.
Comunicación
Haz que la comunicación sea divertida; por ejemplo, establece una noche a la semana con tu pareja y toma turnos para planificar qué hacer. Tan simple como un pícnic en el parque o algo nuevo o aventurero como una clase de escalar.
