El dolor pélvico intermenstrual aparece en las mujeres que inician su edad reproductiva entre los 15 y 17 años.
Este malestar tiene una clasificación primaria o secundaria y puede ser por muchos factores; la primaria se refiere a que la paciente lo va a padecer toda su vida, por ejemplo, cuando empiezan a reglar se presenta ese dolor y la secundaria se puede diagnosticar con estudios de ultrasonido, para posteriormente brindarles tratamiento.
Cuando la molestia sea incapacitante, hay que estudiarla, por lo que el personal de salud tratante, decidirá a través de estudios de laboratorio e imagen, si es una molestia o dolor discapacitante y descartar algo grave, para poder controlar el malestar.
En una mujer adulta existen factores como la vida sexual activa, ya que puede haber infecciones que invadan la parte interna de la vagina y entren al útero, trompas de falopio y pelvis, por lo que pueden generar dolor pélvico crónico y mediante el estudio de ultrasonografía, y exploración ginecológica pueden detectarse Enfermedades Pélvicas Inflamatorias Crónicas (EPIC) y recibir el tratamiento oportuno.
Y en caso de que la paciente no mejore, se realiza el tratamiento laparoscópico, que consiste en una cirugía en la que mediante una cámara se detectan y cortan las adherencias en el útero con unas pinzas. En caso de que la paciente abandone el tratamiento puede formarse absceso pélvico con pus y puede agravar a la paciente en una peritonitis pélvica que puede causar la muerte.
El tener una vida sexual activa, predispone a las mujeres a infecciones, dolencia e infertilidad, por lo que es de vital importancia acudir con el personal de salud especializado en ginecología para descartar alguna enfermedad ante cualquier molestia.
Es importante acudir con el médico especialista para atender cualquier dolor relacionado con la pelvis.
