Hace miles de años, la dieta de los seres humanos estaba basada en alimentos más duros que los que ahora consumimos, de ahí que la evolución nos haya dotado con los terceros molares o muelas del juicio.
Hoy en día, debido al cambios en la alimentación, estas piezas dentales se volvieron innecesarias, explica la odontóloga Rosalba Cruz Gaytán.
Estas piezas suelen aparecer durante la etapa de desarrollo, en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta y pueden crecer las cuatro de una vez; solo dos (superiores o inferiores) o, incluso, que no te salgan.
Explica que, aunque se puede optar por no extraerlas si crecen de manera vertical -de manera que no afecten a la dentadura en general-, es mejor retirarlas pues complican el cepillado y eso podría generar caries o sarro.
La especialista detalla que estas piezas dentales deben extraerse si causan dolor o provocan infecciones constantes, o bien. cuando aparecen mal alineados y suponen un riesgo para los molares sanos que tienen al lado.
Por el contrario, si no significan riesgo para el resto de la dentadura se pueden mantener sin problema, siempre y cuando haya una vigilancia constante de su desarrollo, y eso solo lo puede revisar un especialista.
