Colonoscopia: no le saques a la vuelta | Cultura Saludable

Colonoscopia: no le saques a la vuelta

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Foto(s): Cortesía
Redacción

¿Cumpliste 45 años? Es momento de hacerte una colonoscopia.

Seguro has escuchado sobre este estudio, al que muchos le sacan la vuelta por temor a sentir dolor, pena por la manera que se realiza o por desconocimiento.

Pero este examen no es como algunos lo pintan. Al contrario, es muy sencillo y te puede salvar la vida, pues es la mejor herramienta para detectar cáncer a tiempo.

“Es un procedimiento que tenemos para la detección oportuna de cáncer de colon y lesiones que potencialmente puedan generar desarrollo de un tumor”, explica Juan Antonio Martínez  Segura, gastroenterólogo de TecSalud. El cáncer de colon es la segunda causa de muerte por  cánceres a nivel mundial.

Sin dolor

Una colonoscopia tiene como objetivo observar el interior del colon (intestino grueso) y el recto, con el fin de detectar cualquier anomalía.

La razón por la cual muchos le sacan la vuelta es que para realizarlo, el médico introduce por el ano un colonoscopio, que es un tubo flexible del grosor de un dedo, con una luz y una pequeña cámara en uno de sus extremos.

“A veces, por pláticas, les cuentan una mala experiencia que tuvieron", dice el especialista Martínez.

La realidad es que el paciente  no tiene por qué sentir dolor durante ni después del estudio.

Es un procedimiento ambulatorio con duración de 20 a 30 minutos No requiere hospitalización, pero sí una sedación, lo que evita malestar.

“Al salir del hospital, el paciente debe estar sin molestias, listo para hacer un día prácticamente normal”, enfatiza.

Todas las personas, sin distinción, hombres y mujeres, deben realizarlo a partir de los 45 años.  Y repetirlo cada década.

El estudio es importante porque los pólipos no suelen generar síntomas en sus primeras fases, que es cuando se deben retirar para prevenir el cáncer.

De acuerdo con el médico, la posibilidad de detección de un pólipo en el estudio de colonoscopia va del 20 al 30 por ciento, una cifra alta.

“Son asintomáticos, no te dan molestia hasta que crecen, se desarrollan, empiezan a dar alguna manifestación de sangrado”, dice el gastroenterólogo.

“Con el procedimiento, se te  retiran los pólipos, se acaba el problema”. Y además, el cáncer tampoco suele presentar síntomas en sus primeras etapas.

La preparación

Quizá la parte más complicada de este procedimiento es la preparación.

Como se necesita revisar la superficie del intestino grueso, explica el especialista Martínez, se requiere que esté limpio y para ello, hay que llevar una dieta especial un día antes de realizarlo.

“Básicamente le permitimos al paciente tomar únicamente líquidos el día anterior, desde el desayuno hasta la cena”, detalla, "y luego durante el transcurso de la tarde, tomar un laxante fuerte, para que quede el intestino muy limpio”.

Pueden llegar a presentarse ligeras molestias después del estudio, pues en ocasiones quedan gases que causan cólicos o distensiones. Pero no debe haber dolor.

Y aunque muchos le sacan la vuelta este estudio por la zona del cuerpo que es intervenida, los médicos aseguran que todo el procedimiento se realiza con seriedad. (Agencia Reforma)