Para que tu boca esté sana no es suficiente que te cepilles tres veces al día. Debes acudir con frecuencia al dentista para saber si tus dientes han acumulado sarro, si tienes gingivitis o si desarrollaste caries, circunstancias que a largo plazo podrían costarte caro.
La odontóloga y especialista en Ortodoncia, Rosalba Gaytán Soriano, nos explica que es muy común que los pacientes acudan poco a consulta, sólo cuando tienen dolor, caries, o tienen daños en alguna de sus piezas dentales por algún tratamiento de endodoncia. Sin embargo, lo recomendable es visitar a tu dentista, al menos cada seis meses.
En el caso de la limpieza dental, la debemos hacer al menos dos veces al año para prevenir la gingivitis, que ocasiona sangrado de encías; para evitar la acumulación de sarro, y para detectar la presencia de caries y otras situaciones.
Limpieza para prevenir
Al comer alimentos como pan y tortilla, se forma una masa que se adhiere a las piezas dentales que si no se remueve, promueve la generación de bacterias; de ahí la gran importancia del cepillado correcto tres veces al día, por lo menos.
El cepillado por las noches, antes de dormir, es el más importante, explica Gaytán Soriano, pues es mientras dormimos cuando las bacterias trabajan y desgastan el esmalte de nuestros dientes, se reproducen y pueden provocar descalcificación o la formación de sarro.
También nos dice que no importa la marca de la pasta de dientes, ni mucho menos su precio, pues todas tienen los mismos ingredientes y funcionan de manera similar; sin embargo, en el caso de los cepillos, si es importante determinar cuáles son los más adecuados. Ella recomienda los de cerdas suaves.
Otra recomendación que hace regularmente es el uso de hilo dental; en tanto que en lo que se refiere al enjuague bucal, lo considera solo como algo para combatir el mal aliento de manera provisional, pues no tiene beneficios bucales.
El cepillado
Aunque pareciera que es muy conocida la práctica del buen cepillado, en la realidad no se aplica correctamente. La especialista recomienda iniciar el cepillado desde las encías, hasta la corona o esmalte de los dientes.
Explica que los movimientos deben ser suaves para no provocar que se desgaste el pliegue de la pieza dental y esto provoque sensibilidad.
En el caso de los bebés, cuando les brotan los primeros dientes -que son los inferiores centrales-, aproximadamente a los seis meses, es importante que los papás acudan a una cita para que se les indique cómo deben asearlos, pues la leche que se acumula crea una placa que cambia el color del esmalte.
Tratamientos comunes
Aunque los tratamientos correctivos más conocidos son los brackets, existen otros que deben implementarse durante el desarrollo y crecimiento del ser humano.
Aditamentos, como los respiradores bucales, se colocan para eliminar ciertos hábitos de la infancia; o las trampas linguales o para labio, para evitar que se chupen el dedo, hábitos que pueden deformar la boca.
Uno de los tratamientos más nuevos, que se ve mucho en redes sociales, es el de fundas transparentes que promete corregir la dentadura en lugar de los brackets; sin embargo, la especialista señala que no es recomendable comprarlos, pues no existe un diagnóstico cínico del paciente.
“Un estudio médico determina si hay espacio entre los dientes para colocar dichos aparatos, o si el paciente tiene ya los terceros molares (muelas de juicio), que se deben extraer y luego comenzar el trabajo”, explica.
Por ello, lo recomendable es que acudas con especialistas y de manera regular, pues de no ser así, los tratamientos para corrección de gingivitis, caries, entre otras que se mencionan, pueden tener un costo de hasta 5 mil pesos… ¡por diente!
No dudes en acudir a tu especialista mínimo cada 6 meses, tu boca y bolsillo lo agradecerán.
