¿Ya se te olvidó escribir a mano? Retómalo, por tu salud | Cultura Saludable

¿Ya se te olvidó escribir a mano? Retómalo, por tu salud

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Foto(s): Cortesía
Ana Lilia Pacheco

Aunque la tecnología ha avanzado y ahora puedes hasta dictarle a tu dispositivo electrónico para escribir un documento, mensaje o alguna instrucción, hoy te compartimos algunas razones por las que deberíamos regresar o al menos no olvidar el papel y el lápiz.

Maribel Hernández Bravo, licenciada en Pedagogía, está totalmente convencida de que la escritura a mano tiene muchos beneficios, principalmente para el cerebro, pues el proceso de escribir requiere memoria, motricidad y coordinación.

Además, señala que la escritura es una actividad asociada a la lectura, por lo que en la educación primaria, la etapa de formación de niñas y niños es fundamentalmente la lectoescritura, habilidad íntimamente relacionada con las funciones neurocerebrales. 

La edad ideal para escribir

La pedagoga considera que 7 años es la edad adecuada para aprender a escribir, pues físicamente, antes de esa edad, los huesos son pequeños y no se han desarrollado lo suficiente para sostener  correctamente un lápiz.

Aprender a escribir tarde, abunda la especialista, repercutirá en su vida académica, durante la secundaria, por ejemplo, pues se retrasan procesos cognitivos como la motricidad y coordinación que se deben desarrollar en la etapa temprana del kínder, para después saber hacia dónde hacer una letra, escribir o incluso cómo utilizar la libreta.

“Hay motricidades gruesas y finas. La fina es cuando ya los huesos se desarrollaron y nuestros tres dedos pueden sostener bien un lápiz; pero cuando la motricidad es gruesa, los niños sufren al no poder tomar correctamente el utensilio de escritura”, explica.

La memoria y la escritura

La enseñanza de la escritura en la niñez es a través de formar y trazar las letras. Al momento de plasmar esto en una hoja, el cerebro inmediatamente “graba” esa enseñanza.

“En microsegundos el cerebro comienza a recordar cómo se debe escribir la A o hacia dónde se traza el círculo, y es algo que no se puede trabajar con un celular o una computadora”, explica.

Detalla que con los dispositivos electrónicos como computadoras, celulares y tabletas, la acción que realiza la persona al escribir es mínima, pues herramientas como el autocorrector cambian la palabra si está mal escrita, o el dictador, que escribe anulando casi totalmente la movilidad de los dedos.

“Así es como comenzamos a perder ciertas habilidades, y la prueba es que al escribir a mano nos duelen los dedos, se nos olvidan las palabras, e incluso olvidamos cómo escribir algunas letra”, expone.

Afirma también que la escritura es un buen ejercicio diario para prevenir enfermedades de la memoria como el alzheimer, o sirve como tratamiento para las primeras etapas esta de demencia senil.

“Alguien que escribe todos los días, tendrá menos riesgo de padecer alguna de estas enfermedades, por lo que es importante que el adulto escriba todos los días”, recomienda.

La pedagoga resalta algo muy importante: la que escribe no es la mano, sino el cerebro, pues es el que emite las órdenes neurológicas para mover manos y dedos.

Otro dato interesante de la escritura a mano es que refleja las aptitudes y habilidades de una persona, lo cual es analizado por la grafología, herramienta que se utiliza principalmente en las áreas de Recursos Humanos de las empresas para determinar el perfil de un solicitante, por ejemplo.

Cómo retomar la escritura

Ahora que sabes de los enormes beneficios que da la escritura a mano y quieres retomarla, lo mejor es que comiences con un diario en el que plasmes cómo fue tu día, y además te servirá como una actividad terapéutica.

“Al escribir un diario, háblate a ti y empieza con un “querido”, “hermoso” y palabras bonitas, pues cuando te sientas triste y regreses a esas páginas en las que escribiste esos buenos momentos, te harán llenar ese hueco que sientes en los malos ratos y trabajará tu memoria”, explica la pedagoga.

Otras actividades que puedes hacer, además de escribir un diario, es resolver ejercicios como Sopa de Letras o rellenar crucigramas, pues además de escribir, ejercitas tu mente.