Las redes sociales y el contacto social | Cultura Saludable

Las redes sociales y el contacto social

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Foto(s): Cortesía
Rolando Espinosa

La psicoterapeuta Mónica Esquinca ve en el boom de las redes sociales entre niños y jóvenes algo aspiracional.

"En niños desde 7 años hasta mayorcitos, escucho que dicen: Yo quiero ser Youtuber, quiero ser influencer. Y por otro lado, si yo subo cosas, si estoy presente en las redes y me dan likes y amplío mi número de seguidores, crece mi reconocimiento, es una manera de alimentar mi autoestima, hay muchas cosas detrás".

Esta comparación, agrega la experta en salud mental, para la Agencia Reforma, es uno de los grandes errores que podemos cometer en el amor propio.

"Cada uno es único y cada uno tiene su propia vida", remarca.

Otras características de estos jóvenes, señala, es que no están conectados con sus emociones, probablemente predominan las emociones negativas, tienen bajo amor propio y un vacío existencial.

La especialista advierte que este fenómeno ya se presentaba desde hace tiempo, pero con el confinamiento a causa de la pandemia de COVID-19, esta situación se incrementó.

Para niños y adolescentes, las redes son un medio de contacto social muy importante. Es otra forma de socializar, de estar en contacto con personas de su edad, menciona.

“En mi experiencia: ya urgía regresar a las aulas, ya necesitábamos el contacto. Había mucha apatía de las clases, de los exámenes, se conectaba cuando querían, bajaron calificaciones”.

Con las clases en línea, agrega, se pudo haber quedado una adicción o hábito de estar volteando a ver sus dispositivos.

¿Qué pueden hacer entonces los papás?

Hablar con sus hijos, tal cual. Díganles: sé que pasa esto y que necesitas esto de mí, ténme paciencia, estoy buscando cómo, o juntos diseñemos un compromiso de que manera lo podemos hacer.

Te digo cómo estoy yo, como papá o mamá, y te digo cómo le podemos hacer: este día, a esta hora, podemos hacer cosas juntos, platicar.

Porque si no, los niños y adolescentes llenan esos huecos, y lo interpretan como que no les importan a sus papás. Se pueden hacer una historia de horror cuando no es así.

(Agencia Reforma)