La doctora que estudió para salvar a su familia | Cultura Saludable

La doctora que estudió para salvar a su familia

Doctora_Ángela_Fuentes
Foto(s): Cortesía
Ana Lilia Pacheco

Cuando Ángela era joven fue testigo de cómo algunos de sus familiares enfermos no pudieron acceder a un servicio médico decente, por lo que ella se prometió que ayudaría a combatir este problema y así decidió estudiar medicina.

Ángela Fuentes Soto decidió especializarse otorrinolaringología, pero le fue muy difícil adaptarse a los métodos de estudio, a aprender y a recordar muchos términos, además de soportar las interminables desveladas, que muchas veces la hacían llorar, pero siempre tuvo palabras de aliento de parte de su familia, pues sabían que ella llegaría muy lejos y cumpliría su sueño.

A pesar de que la especialista es originaria de la Ciudad de México y egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el amor y las oportunidades hicieron que cambiara de residencia a Oaxaca, donde echó raíces y ahora disfruta de dar consulta de manera privada y pública.

Recuerda que su primera consulta como especialista fue muy difícil para ella, pues estaba en el área de urgencias, y como parte de la tradicional novatada, sus superiores le daban casos muy graves para que los atendiera.

Oído y nariz, su especialidad

Ángela Fuentes relata que en la institución médica en la que labora actualmente trató casos de males en nariz y enfermedades crónicas del oído. Hoy es especialista en esas áreas.

Agradece también haber sido parte de la formación de otros médicos, lo que le da mucha satisfacción, pues es importante que tengan conocimientos básicos de otorrinolaringología, pues siempre se enfrentarán a casos de padecimientos de infecciones en las vías respiratorias o problemas en el oído.

Por un tiempo fue profesora universitaria y eso le ayudó mucho a formar el hábito de estar siempre actualizada en sus áreas de trabajo; sin embargo, no es tan fácil acoplarse pues compagina su papel de profesional de la salud con el de mamá y esposa.

“Se debe buscar el tiempo para actualizarse y seguir brindando atención al paciente, ya no es tan fácil sorprender al paciente con alguna cosa que no sea real, pues ellos buscan sus diagnósticos previo a la cita”, expone.

Cuándo decir no

Aunque la especialista afirma que en algunas ocasiones el médico es perfeccionista, neurótico y egocéntrico, es necesario controlar esos sentimientos cuando llega un paciente que ya no tienen solución.

“Si se hubieran atendido a tiempo o de manera correcta, algunos no tendrían problemas de sordera o zumbido permanente, desafortunadamente el paciente piensa que el síntoma pasará solo y nosotros ya no podemos hacer nada”, lamenta.

La médica agradece a sus pacientes oaxaqueños cumplir con sus tratamientos y brindarle la oportunidad de ser su doctora, pues afirma que ha tenido muy gratas experiencias en el estado desde el primer día que llegó.