Si eres de las personas que aunque sigue un plan alimenticio y acude al gimnasio con regularidad, pero no te sientes bien con su apariencia física, hay un nombre para eso: distorsión cognitiva.
La nutrióloga Wendy Santos explica que estas distorsiones se refieren a pensamientos irracionales respecto de la comida, el peso y la imagen corporal, algo muy común en los Trastornos de Conductas Alimenticias.
“El problema no es el cuerpo, sino los pensamientos y sentimientos respecto de este”, manifiesta la especialista.
Explica que hay personas que sólo ven las cosas negativas de su cuerpo o sus imperfecciones, como que tienen piernas gruesas y se refieren a sí mismas con palabras insultantes.
Además, son personas cuyo objetivo es conseguir un cuerpo perfecto o cercano a ello, a partir de lo que ven en redes sociales, y se basan en ese estereotipo para decir que son bonitas, feas, gordas o delgadas.
La nutrióloga menciona que todas las personas hemos sido víctimas alguna vez de algunas distorsiones cognitivas en el ámbito alimenticio y quizá lo seguiremos siendo; no obstante, recomienda que al identificarlas y entender cómo actúan en nuestro cuerpo, podremos controlar su efecto a través de pensamientos más claros.
Ella asegura que estas distorsiones deben identificarse y enfrentarse a través de terapia psicológica, para cambiarlas por razonamientos realistas y objetivos.
