El juego toma un rol muy importante en el desarrollo de la motricidad del niño, ya que en los primeros años de la vida se empiezan a ejercitar y a manejar los patrones fundamentales de movimiento que evolucionarán hacia una fase más madura: movimientos más eficaces y específicos.
El profesor de Educación Física, Jesús Manuel Hernández Chávez, asegura que lo más importante es que el juego seleccionado sea acorde a la edad e intereses del niño, para lo cual hay que realizar actividades atractivas, que despierten todos sus sentidos.
Las actividades del programa de educación física vigente y la iniciación deportiva están adaptados para que los niños sean creativos, reflexivos, críticos y analíticos.
Motricidad
La motricidad es el dominio que el ser humano ejerce sobre su propio cuerpo. Es algo integral, ya que intervienen todos los sistemas de nuestro cuerpo, que va más allá de la simple reproducción de movimientos y gestos.
Involucra la espontaneidad, la creatividad y la intuición, que tiene que ver con la manifestación de intencionalidades y personalidades.
La motricidad nace en la corporeidad. La primera es la capacidad del ser humano de moverse en el mundo, y la segunda es la forma de estar en el mundo.
La primera manifestación de la motricidad es el juego, y al desarrollarse se va complejizando con los estímulos y experiencias vividas, generando movimientos cada vez más coordinados y elaborados.
Los niños pasan por diferentes etapas antes de realizar un movimiento. Cuando nacen, sus movimientos son involuntarios, luego pasan a ser movimientos más rústicos con poca coordinación, y más adelante ya son capaces de realizar movimientos más controlados y de mayor coordinación.
Lo que ayuda
- Los factores genéticos que limitan el desarrollo del individuo.
- Los factores ambientales limitan la expresión de la potencialidad genética.
- Los factores relacionados con el medio o entorno, son importantes para la estimulación motriz.
