La comida mediterránea es una de las más famosas del planeta por saludable y comprende las cocinas griega, italiana, jordana, magrebí, otomana y española.
La dieta mediterránea es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010.
En el artículo “Un patrón de alimentación saludable: la dieta mediterránea tradicional”, Márquez-Sandoval y Bulló (et. al) se aclara que no existe una definición totalmente aceptada de esta dieta, pues varía según la zona que se mire, pero, en resumen, sus principales características son:
- Abundancia de verduras, legumbres, frutas, frutos secos, cereales integrales, ajo, cebolla y especias.
- Mucho aceite de oliva; usado tanto para cocinar como para aliñar es la grasa principal.
- Inclusión moderada de pescado y lácteos, sobre todo en forma de yogur y queso.
- Baja ingesta de grasas saturadas, carne, cárnicos procesados, cremas, mantequilla y margarina.
- Se bebe vino de forma regular pero con moderación.
Sabías que...
Desde el 16 de noviembre de 2010, la dieta mediterránea se halla inscrita en la lista de Patrimonio Cultural de la UNESCO.
Estilo de vida
En 2010, la Fundación Dieta Mediterránea en colaboración con otras entidades actualizó el esquema piramidal añadiendo cuestiones de estilo de vida como actividad física diaria y descanso adecuado; biodiversidad, estacionalidad y productos tradicionales, locales y respetuosos del medio ambiente.
¿Y el ejercicio?
Durante la infección, es muy importante el descanso para evitar la reproducción del virus. Una vez que la prueba salga negativa, Sansores recomienda retomar la rutina de ejercicio al 25 por ciento e incrementar otro 25 cada tercer día.
