Jaime Medina Sánchez
El del nervio ciático, no sólo es un padecimiento que aqueja a los deportistas, sino a la población en general, por lo que debe tratarse a tiempo para evitar mayores consecuencias, como el adormecimiento de las extremidades inferiores.
Los dolores de la ciática pueden ser el resultado de una compresión directa del nervio, provocada por fuerzas externas a las raíces nerviosas espinales lumbares o sacras.
De manera detallada, el quiropráctico tradicional chino, Yurit Jiménez Ramírez señala: “Las dolencias de las extremidades inferiores, que nacen a partir de la cintura, pueden llegar a ser provocadas por compresión, inflamación, y por la inmovilización del muslo, los cuales pueden surgir por algún accidente automovilístico, caídas, o incluso mal calentamiento previo a al ejercicio”.
El nervio ciático es el más largo del cuerpo humano, que comienza en la parte lumbar de la columna vertebral, atraviesa el glúteo, el muslo, la pierna y termina en el pie.
El quiropráctico explicar que quien sufre neuralgia en el nervio ciático, puede llegar a sentir adormecimiento e incluso inmovilidad de las piernas, pero lo más peligroso de esta lesión es que puede derivar en una intervención quirúrgica.
“Yo trato problemas con masajes y el uso de hierbas. Buscamos puntos de reflejo por medio de la acupuntura”. Los masajes y las agujas ensartadas en las áreas afectados ayudan a desinflamar el nervio ciático.
“Para diagnosticar una lesión del nervio ciático requerimos de una radiografía para verificar la lesión. Ahí podemos determinar si hay compresión en nervio en la columna vertebral, que por lo regular se detecta de la tercera a la quinta vértebra de la columna”.
Entonces se procede a la sesión de masajes y de agujas, explica Jiménez Ramírez.
Para finalizar, señala que, dependiendo de la gravedad de la lesión, al paciente se le trata con baños con base en hierbas, mismas que deberán hacerse durante 15 días previo a las estimulaciones del nervio a través de masajes y acupuntura.
Para prevenir o reducir el dolor de ciática, realiza el siguiente ejercicio.
- Siéntate en el suelo, sobre una alfombra, con las piernas abiertas y flexionadas.
- Al inicio del ejercicio procura tener la espalda bien recta.
- Debes intentar que las plantas de los pies queden unidas.
- Sujeta tus tobillos mientras lo haces.
- Si no puedes llegar a esta posición no pasa nada. Día a día lo irás consiguiendo, pero es conveniente ir poco a poco.
- Más tarde puedes empezar a inclinarte hacia adelante, hasta que sientas una ligera presión en la cadera.
- Mantén esta postura 5 segundos, relájate y vuelve a repetirlo.
