La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a la salud sexual, como fundamental en el bienestar general de todos los individuos, parejas y familias, así como para el desarrollo económico y social de las comunidades.
Dicha salud sexual requiere de un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, sin discriminación o violencia, acceso a la información integral de buena calidad, conocimiento de los riesgos que pueden tener sin usar protección y dónde recibir atención relacionado a este tema.
Son igualmente esenciales la orientación, la práctica realizada en los consultorios de los servicios amigables en los Centros de Salud, donde además se les informa a las y los interesados de las consecuencias al adquirir Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), incluido el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), embarazos no deseados, abortos, disfunción eréctil (DE), (en el caso de los hombres), violencia y prácticas nocivas.
Dentro de la gama de métodos de planificación familiar disponibles en centros de Salud, destacan los hormonales temporales, inyectables bimensuales, mensuales, implante subdérmico de larga duración, parches dérmicos, dispositivo intrauterino (DIU) T de cobre estándar para mujeres que ya han tenido hijas u hijos y el DIU T para mujeres nulíparas (que aún no tienen hijos e hijas).
También se dispone de la pastilla de emergencia y que solo se puede usar para prevenir un embarazo no planeado y los métodos de barrera como el condón masculino y femenino que previenen las ITS y los definitivos como la Oclusión Tubaria Bilateral (OTB) y la vasectomía sin bisturí.
