Víctor Hugo Villanueva
Desde el inicio de la humanidad, la belleza ha sido un valor estimativo en la cultura humana. junto con el permanente sueño de la eterna juventud. Y del cuerpo humano, el rostro es la parte más importante en la cultura occidental para definir la belleza.
A través de la historia se han hecho permanentes intentos para preservar la belleza corporal que van desde pequeñas adecuaciones estéticas, hasta cirugías de embellecimiento. En la cara, la frescura y lozanía actualmente se mantienen con camuflajes como el maquillaje facial con magníficos resultados.
El Colegio de Cirujanos Plásticos de Oaxaca avala un segundo tipo de procedimientos que son las cirugías de embellecimiento y rejuvenecimiento facial. Una tercera opción -y hoy de moda- es el uso de sustancias diversas como el ácido hialurónico, la toxina botulínica (bótox), el uso de dermis cultivada, implantes de silicona de uso médico y otro grupo de sustancias llamadas aloimplantes.
La grasa de la persona también se ha usado así como hilo de tracción para levantar partes de la cara. Los colegios de cirugía plástica y las empresas que producen estos productos tienen mucha investigación y estudio para utilizar exclusivamente sustancias que no sean nocivas para la cara.
Todos estos procedimientos deben ser realizados por cirujanos plásticos certificados, con capacitación teórica y práctica, en especial por los graves riesgos que corren los pacientes que son intervenidos, que van desde un mal resultado del aspecto facial, hasta la muerte. Son procedimientos que deben ser hechos bajo las más estrictas normas de higiene. y responsabilidad profesional.
El médico cirujano plástico César Antonio Mayoral García explica que todas esas sustancias mencionadas son aplicadas con técnica estéril, a través de inyecciones con agujas muy delgadas, por debajo de la piel y a diferente profundidad.
En términos generales, el uso de implantes faciales de silicona categoría médica son espectaculares para mejorar el mentón y los pómulos, Se colocan en sitios muy poco visibles que dejan cicatrices casi imperceptibles en el paciente. El uso de la toxina botulínica y el ácido hialurónico tiene mucha investigación médica detrás para determinar los sitios de la cara en los que se aplican, así como las cantidades utilizadas.
Estas dos sustancias ayudan a mejorar rasgos faciales de nacimiento como surcos muy marcados; ayudan a mejorar los pliegues y las líneas de la expresión facial y la presencia de arrugas provocadas por el envejecimiento. Ambas sustancias se pueden combinar y dan resultados más espectaculares y de mayor duración.
Toxina botulínica (botox)
Esta sustancia se utiliza para atenuar los pliegues de expresión facial que los músculos de la cara producen. Ayuda a mantener poco visibles estas líneas de expresión facial de seis a nueve meses. Es muy útil para tratar arrugas de la frente, párpados, “patas de gallo”, líneas de nariz y mejilla. También se utiliza en los pliegues de los labios superiores e inferiores. La cantidad de toxina botulínica es variable, pero es exclusivamente bajo el criterio del cirujano plástico.
