El placer de beber té | Cultura Saludable

El placer de beber té

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Foto(s): Cortesía
Rolando Espinosa

Como ningún otro polo productivo, Japón desarrolló significados rituales y artísticos en torno a la infusión de la camellia sinensis. Allí, el té es sinónimo de cultura, arte, tradición, solemnidad... trasciende al mero acto de beber por placer.

"No hay mayor representación del sentido de perfección, respeto por la naturaleza, cuidado por los detalles y empatía, que caracterizan al pueblo japonés, como una taza de té", anota Cecilia Corral, directora académica de la Escuela Mexicana de Té.

Taza ceremonial

Japón tiene múltiples ceremonias de té, cada una asociada a momentos particulares. Con la llegada del invierno, por ejemplo, se celebra Yobanashi, protocolo que rinde tributo a las largas noches de esa temporada. ¡Sí, para los nipones cada ritual es diferente y único!

De entre todas, posiblemente la ceremonia Cha No Yu sea la más conocida. Fundamentada en conceptos como armonía, respeto, pureza y tranquilidad, se realiza en el chasitsu o cuarto de té, espacio de arquitectura especial, decorado con arreglos florales, caligrafía y elementos representativos de las disciplinas tradicionales.

Conducido por un anfitrión, hombre o mujer, el ritual se enfoca en la belleza estética de la preparación y degustación del matcha ceremonial; los utensilios son particulares: natsume, recipiente para almacenar; chashaku, cucharita de bambú para servir; chasen, batidor de bambú, y chawan, tazón para batir y tomar.

"Perfeccionar el servicio del té es motivo de estudio académico. En Japón, todos los estudiantes de nivel medio deben profundizar en el patrimonio cultural y artístico, y el té guarda un lugar especial junto a otras técnicas de gran valor: acuarela, cerámica, floristería, acomodo del carbón, kimono...

"Incluso existen dos grandes escuelas dedicadas a la profesionalización de su servicio y apreciación: San-Senke (estilos Omotesenke, Urasenke y Mushakojisenke) y Buke-cha", señala Corral.