En la edad adulta mayor, la preservación de la calidad de vida requiere de la suma de diversos factores, pero uno de gran importancia es la actividad física frecuente. Por lo tanto, entre más actividad física se realice, son mayores los beneficios para su salud.
La Organización Mundial de la Salud (ONU), establece la edad de 60 años para considerar que una persona es adulto mayor.
En esta etapa de la vida, los cambios físicos y biológicos normales se dan a distintos ritmos, según la persona, el lugar en donde vive, su economía, su cultura, su nutrición, su actividad y sus emociones.
La especialista en atención al adulto mayor, Diana Laura Ríos López, explica que es de vital importancia la preservación de la funcionalidad y la autonomía, de tal manera que los padecimientos que se tengan, impacten lo menos posible en la calidad de vida de la persona.
Explica que es por eso que se recomienda mantener en cuidado el cuerpo, acudiendo a revisión médica de manera preventiva, así como acudir a sesiones de fisioterapia, para la realización de un programa de activación diaria que permita al paciente mantener en equilibrio los diferentes procesos internos que preservan la salud.
La licenciada en terapia física, Diana Laura Ríos López, quien está diplomada en Envejecimiento Saludable por el Instituto Nacional de Geriatría (Inger), señala que la fisioterapia geriátrica combate la falta de actividad física, así como las limitantes del paciente, como dolores en espalda, rodillas, hombros y en otras partes del cuerpo.
La actividad fisica…
- Contribuye a recuperar la flexibilidad y la masa muscular, además de fortalecerla
- Aumenta la autoestima del paciente, así como su seguridad en sí mismo
- Mantiene la autonomía de los movimientos, y mejora la independencia de la persona
- Mejora la postura, la caminata y con ello, disminuye y/o elimina el dolor
- Mejora la coordinación y el equilibrio, reduciendo el riesgo de lesiones producidas por caídas
