Depresión: qué es, cómo se ve y cómo tratarla | Cultura Saludable

Depresión: qué es, cómo se ve y cómo tratarla

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Foto(s): Cortesía
Ana Lilia Pacheco

Aunque se piensa que la depresión se asocia con la tristeza y el llanto, la realidad es que en muchas ocasiones las personas deprimidas ríen, platican y conviven con sus seres queridos, por lo que es importante estar al pendiente del comportamiento de nuestras personas cercanas.

La psicoterapeuta Karen Ofelia Cruz Hernández explica que la depresión es una afección mental caracterizada por muchos síntomas, entre ellos desánimo, tristeza y desesperanza, y todo esto altera el comportamiento, el pensamientos y la forma de involucrarse con otras. 

Algunas señales de alerta son la disminución de interés de situaciones que antes causaban placer, dejar de hacer lo que les gusta, pérdida o aumento de peso, trastornos del apetito, insomnio o demasiado sueño y sentirse sin energía; realizar cosas cotidianas con lentitud, sentir inquietud y tener poca concentración en el trabajo y la casa.

Tristeza o depresión

La especialista explica que algo que distingue a la tristeza de la depresión es la periodicidad con se manifiesta cada una: mientras la tristeza aparece en eventos muy específicos, la depresión aparece de manera más común, a veces a diario, e incluso en varias ocasiones en un solo día.

En ocasiones, las personas caen en depresión por alguna situación médica, la muerte de una persona cercana e incluso de una mascota, o por el rompimiento de una relación de amistad, laboral, de amor o familiar.

Para que un psicoterapeuta diagnostique una depresión, el paciente debe haber presentado más de cinco de los síntomas ya mencionados por un periodo mayor a dos semanas.

“La tristeza es algo que se tiene, pero sales a caminar o lo platicas con alguien y te sientes mejor. En el caso de la depresión, el sentimiento de culpa, tristeza o fatiga está presente todo el tiempo”, describe.

Además de la duración de los síntomas, algo que distingue a la depresión es la afectación que sufren las relaciones interpersonales del paciente y su bajo desempeño escolar o laboral.

Causas y consecuencias

Karen Hernández explica que existen muchos factores genéticos, biológicos, ambientales y personales para que una persona desarrolle depresión.

En varias épocas de la historia, la humanidad ha sido propensa a la depresión, como en el caso de las guerras o, actualmente, por la pandemia de COVID-19.

Si no se tratan los casos de depresión, el paciente sufrirá diversas consecuencias que se verán reflejadas en distintos aspectos de su vida y de su salud, pues las personas se aíslan, su nivel de productividad es bajo, puede sufrir trastornos de alimentación y mentales, y, en casos extremos, el suicidio.

La psicoterapeuta subraya que también existe la depresión en niños y adolescentes, pero no se le ha tomado con la seriedad debida, lo cual tiene que cambiar, pues es un peligro para su futuro y su calidad de vida.

Tratamiento

La especialista resalta que el principal e importante tratamiento siempre será la psicoterapia, pues la depresión no es una afección que se quite por sí sola, sino con tratamiento integral, ya sea con un psicoterapeuta o un psiquiatra, o con medicamentos antidepresivos.

Subraya que aunque muchas personas recomiendan la meditación, distraerse o recurrir al coaching, estas actividades no van a sustituir a la psicoterapia.

Destaca que aunque existen herramientas digitales y aplicaciones en línea que pueden ayudar a complementar el tratamiento como Positive Thinking, Optimism, Urwell, entre otros, la psicoterapia siempre será la más importante.

“Estas aplicaciones comparten en común el manejo de emociones, la expresión, cómo hablar asertivamente, autoconocimiento, autoestima, manejo de estrés y ansiedad, de hábitos, redes de apoyo, meditación, relajación; sin embargo, la psicoterapia va más allá de estas recomendaciones”, subraya.

Karen Hernández subraya que la depresión no es algo que tenga un periodo de aparición o de vigencia, y no siempre es visible, por lo que es importante escuchar, observar y no restar valor a lo que digan y hagan las personas cercanas a ti.