Aunque no lo creas, el Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida obsoleta y sesgada que no toma en cuenta la composición corporal, el origen étnico, la raza, el género, la edad, factores ambientales, genéticos o sociales de las personas, al menos así lo considera el nutriólogo Francisco Cruz Méndez.
El IMC, explica el especialista, es una medida de tu peso en comparación con tu estatura y se ha convertido en la forma principal para determinar el estado de salud y el riesgo de enfermedad, sin embargo, considera que los especialistas de la medicina ya no deben basarse en ésta.
Francisco Cruz detalla que si se analiza la evidencia científica, se puede observar que el IMC no es un indicador de salud, y que continuar utilizándolo no sólo es inútil, sino que resulta contraproducente.
Abunda que hay investigaciones que han dado como resultado que personas clasificadas con “sobrepeso” por el IMC tienen un menor riesgo de muerte que otras que califican en peso normal.
Otro indicador que refleja la inexactitud de la medición es que las personas que están en el rango de “obesidad” tienen el mismo riesgo de muerte que aquellas con un IMC “normal”.
El nutriólogo explica que se ha observado que el mayor riesgo de muerte en realidad se presenta en personas con un IMC de bajo peso.
También detalla que las personas con obesidad que tienen diabetes tipo 2, presión arterial alta, enfermedad cardiovascular o enfermedad renal crónica, viven más que las personas con peso normal con estas afecciones.
“La obsesión con el IMC es, en realidad, síntoma de un problema mucho más grande: una obsesión con el peso que no sólo afecta la forma en que los profesionales de salud definen la salud, sino que también perpetúa un estigma arraigado contra las personas que viven en cuerpos grandes”, lamenta.
Una opción que actualmente están utilizando algunos especialista de la salud es el Indicador de Volumen Corporal o BVI (Body Volume Indicator) que con una sencilla ecuación con la que trabaja compara el volumen total del cuerpo con el volumen del abdomen, midiendo la proporción de grasa corporal total frente a la proporción de grasa visceral.
