Cuidado con el deterioro cognitivo | Cultura Saludable

Cuidado con el deterioro cognitivo

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Foto(s): Cortesía
Redacción

El deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria son síntomas de demencia, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, Blanca María Castillo, geriatra en el Hospital General, aclara que es un término en desuso, pues lo correcto es llamarlo “deterioro cognitivo”, al ser un síndrome que afecta la conducta y la cognición ante la pérdida de neuronas.

“Se estima que las personas empiezan con síntomas hasta 10 años antes de tener un diagnóstico. Desafortunadamente, los síntomas son muy sutiles, se presentan de forma gradual y muchos se atribuyen a la edad”, detalla.

Además, es una afección que suele acompañarse de estigmas sociales, como encasillarla en ciertos "focos rojos", lo cual supone un obstáculo para su valoración.

“Se cree que los síntomas son tener problemas de memoria, pero no es lo único”, comparte.

“Hay quienes inician con cambios en la conducta, otras en las que se afecta el lenguaje, el juicio o la capacidad de planificar, ejecutar una secuencia de pasos, problemas para tomar decisiones o para aprender a hacer cosas nuevas”.

Existen factores de riesgo que predisponen a alguien a desarrollarla como el tabaquismo, el alcoholismo, el sedentarismo, golpes, ciertos medicamentos, problemas metabólicos, algún antecedente familiar o la edad por sí misma.

En México, forma parte de los padecimientos crónicos mas comunes entre adultos mayores, tan sólo detrás de la hipertensión arterial, las enfermedades cerebrovasculares y las cardiopatías, alertan datos del Instituto Nacional de Geriatría.

¿Sabías que...?

El Alzheimer, trastorno neurológico progresivo, es la forma más común de demencia y se calcula que representa entre un 60 y un 70 por ciento de los casos, de acuerdo a la OMS.

Diagnóstico oportuno

Acudir regularmente con un geriatra, psicogeriatra y neurólogo podría garantizar un mejor estilo de vida; así como recibir un tratamiento acorde a sus causas, por ejemplo, ante depresión o un problema metabólico, medicar correctamente.

“Cada especialista tiene una forma y un enfoque distinto para el abordaje del padecimiento, el cual, desde mi punto de vista, debe ser integral e interdisciplinario”, dice Castillo.

La egresada de la Universidad Anáhuac alerta sobre el impacto de esta enfermedad no sólo en el adulto mayor, sino también en su familia porque implica un incremento en la dependencia y las necesidades de cuidado.

“Involucra barreras en la comunicación, riesgo de colapso del cuidador, frustración, tristeza y muchos retos todos los días, ya que puede que la estrategia que te funciono el día de ayer, no sea suficiente hoy, además de los gastos”, expresa.

Toma nota

Si alguien tu casa sufre de este padecimiento...

  • Infórmate. Hay que tener expectativas alineadas con la realidad y anticiparse a los posibles cambios.
  • Involúcrate. Dividir tareas y horarios entre los familiares evitará que todo el cuidado recaiga en la misma persona.
  • Apoyo profesional. Si la economía lo permite, contratar a un terapeuta para la estimulación cognitiva, un fisioterapeuta enfocado en la rehabilitación física y un médico que lleve el control metabólico y conductual farmacológico.
  • Independencia. Si el paciente puede hacer cosas solo, es primordial dejar que lo haga, así se sentirá útil.
  • Estilo de vida. Es clave sumar una buena alimentación, realizar actividad física y disfrutar paseos u otras actividades.

(Agencia Reforma)