Los perros y la salud mental | Cultura Saludable

Los perros y la salud mental

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Foto(s): Cortesía
Ana Lilia Pacheco

Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, y estudios recientes muestran que las mascotas, en especial los canes, son una opción para mejorar la salud mental e incluso prevenir el suicidio.

La psicóloga Fabiola Ríos Moreno nos explica que una mascota es de gran ayuda para las personas que tienen, por ejemplo, trastornos de depresión, ansiedad, del Espectro Autista (TEA), de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), entre otros, ya que además de brindar compañía, se genera una conexión entre el paciente y el animal.

Explica que las personas que presentan episodios elevados de ansiedad, son candidatos idóneos para tener una mascota de compañía; no obstante, subraya que hay algunas especies y razas más adecuadas que otras.

Animal adecuado para asistencia

Blanca Sánchez Cardona, médico veterinario zootecnista, asegura que hasta el momento, los perros son los únicos animales que están certificados para “trabajar” como animales de asistencia y también subraya que se deben revisar algunas características para que estos animales puedan apoyar al paciente.

Ambas especialistas recomiendan que es importante verificar la personalidad de cada animal para que desempeñe bien su papel como co-terapeuta, nombre que se le da a los perros en el ámbito de la terapia, pues participará como acompañante durante el proceso psicológico.

La veterinaria explica que los perros ven a los humanos como un cuidador; en caso de que éste tenga una crisis de estrés, el animal también podría replicar esa acción; por tanto, es necesario que se elija a un acompañante capaz de actuar durante esos episodios.

Detalla que cada animal tiene característica particulares para desempeñar una función, por lo que en el caso de los canes, la Federación Canófila Internacional recomienda para fines terapéuticos al Labrador, al Bichón Maltés, al Bulldog, al Schnauzer y al Poodle para asistir a pacientes con los trastornos mencionados.

Subraya que los perros son la opción más recomendable, pues también es más fácil atenderlos y satisfacer sus necesidades, contrario a lo que sucede con un animal exótico, que requieren alimentación y hábitat muy particulares, además de que no generan la misma conexión con las personas.

¿Cómo asisten?

Blanca Sánchez explica que el ser humano, al estar estresado libera una hormona llamada cortisol que es percibida por los perros a través del olfato (que es muy sensible). El contacto físico con el animal provoca que los niveles de cortisol del paciente bajen y se libere oxitocina y dopamina, encargados de generar bienestar.

Según la especialista, tanto la persona como el animal segrega  oxitocina con el solo hecho de estar de frente o tener contacto físico, lo cual provoca que los niveles de estrés se reduzcan.

“Al estar en contacto el perro se produce una regulación de emociones en el sistema nervioso del humano y se logra un equilibrio en general, incluso con enfermedades físicas; cualquier mascota ayuda a bajar estrés y generar elementos como la dopamina”, agrega la psicóloga.

Detalla que las personas con estos trastornos pierden el sentido de la vida, pero al tener una mascota se genera una regulación de emociones y un sentimiento de responsabilidad, ya que la persona ocupará parte de su tiempo y sus pensamientos en satisfacer las necesidades del animal.

Sin embargo, la veterinaria subraya que para que el perro actúe cuando se presentan estas sensaciones, la interacción entre ambos debe ser constante y cercana.

“Si el perro siempre está en el patio y no cerca de la persona, no sabrá que cuando el humano tiene una cara larga, es porque está triste, contrario a uno que vive y convive con él”, explica.

Responsabilidad en la elección

Ambas especialistas resaltan que la responsabilidad es importante a la hora de elegir un animal de asistencia, tanto para que lo pueda acompañar y a la vez estar tranquilo y no ponerlo en una situación de riesgo.

Fabiola Ríos pone el ejemplo de los perros Chihuahua, que son animales nerviosos y que por tanto suelen ser agresivos, por lo que al estar con una persona con ansiedad, podría adoptar ese sentimiento en vez de ayudarlo a relajarse.

“Es necesario que el perro esté cómodo para que tanto el humano como él puedan coexistir juntos”, señala.

Blanca Sánchez subraya que un psicólogo será el encargado de diagnosticar si el paciente requiere una mascota de asistencia, y si éste puede garantizar la alimentación, cuidado y entorno sano al animal.