Seguro has escuchado acerca de la pomada de árnica, la cual es utilizada para aliviar fuertes dolores musculares. Pero, ¿realmente qué es?
Esta hierba amarillo, conocida como la "flor del deportista", sólo crece en zonas altas del centro de Europa y en montañas de España por lo que es capaz de soportar hasta las más bajas temperaturas. Sin embargo, a pesar de que es una planta altamente tóxica si se come o se toma en infusiones, la árnica guarda en su interior importantes propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Si se utiliza en productos como geles o aceites, puede ayudar a tratar golpes, moretones, torceduras de tobillo, dolores, contracciones e inflamaciones musculares que pueden provocar la actividad deportiva o incluso prevenir el agotamiento muscular después de correr.
Pero es más, porque también podemos usarla antes de cada carrera, porque las propiedades del árnica ayudan a calentar la musculatura, porque actúan sobre la circulación periférica, tonifican los músculos y los protegen, y por lo tanto se reducen las posibilidades de sufrir lesiones.
Todo ello se debe a sustancias naturales, como la helenalina, la dihidrohelenalina o lactona sesquiterpénica, pero también al ácido silícico, que es básico para la formación y regeneración de los tejidos, especialmente del tejido conjuntivo, convirtiendo así a la árnica en el mejor aliado para deportistas y combatir los doloridos músculos inflamados.
Eso sí, nunca hay que olvidar hacer un buen calentamiento antes, y estirar correctamente los músculos tras cada entrenamiento y carrera para que, combinado con estos productos que contienen árnica, consigas aumentar sus beneficios.
Los principales beneficios de la árnica
- Reduce y alivia dolores musculares. Esta flor se utiliza desde la antigüedad, concretamente desde la época de la antigua Egipto, como aceite de masaje para calmar los dolores, por sus altas propiedades analgésicas.
- Efecto antiinflamatorio. El aceite de árnica consigue reducir la inflamación e hinchazón que provocan golpes, hematomas, esguinces o, incluso, picaduras de insectos.
- Estimula la circulación sanguínea. Sus ingredientes tienen un efecto tonificante que favorece la circulación periférica y es por eso que se empezó a utilizar en problemas de varices y de retorno venoso. Además, ayuda a reducir el dolor y la extensión de los moretones producidos por golpes.
- Efecto antiséptico. Ayuda a evitar la infección por bacterias en el caso de heridas y úlceras de piel y ayuda también a la cicatrización.
- Alivia dolor por osteoartritis o artitris. Por su efecto antiinflamatorio y analgésico, el aceite de árnica es muy utilizado para aliviar el dolor y la rigidez muscular que aparecen asociados a la osteoartritis.
