Ante las elevadas temperaturas de la primavera y el verano, es fundamental tomar precauciones para la protección de la piel.
Claudia García Valencia, dermatóloga explica que, paradójicamente, el Sol es sumamente importante para la supervivencia del ser humano y todas las especies en el planeta, incluso tiene muchas funciones en cuanto a lo metabólico y el estado de ánimo, pero en exceso es dañino.
“Mientras más nos exponemos al Sol más riesgos hay de que aparezcan lunares, manchas, lesiones premalignas y cáncer de piel. Asolearse en exceso también altera el sistema inmune, puede hacer que las personas que ya tienen algún riesgo genético, la desarrollen, por eso hay más razones para protegernos”, explica.
La integrante del Colegio Mexicano de Dermatología Pediátrica menciona que “como tal, nuestra piel ya tiene cierta protección”, sin embargo, es importante protegerla. “Pero si vamos a exponernos al Sol es elemental utilizar gorra, un sombrero o una sombrilla, incluso se puede usar ropa con factor de protección solar”.
Detalla que en el mercado existen muchos protectores o filtros solares, pero lo importante es conocer cómo funcionan.
“Los números de SPF 25, 30, 50 o 50+ hacen referencia a cuánto tiempo tarda la piel en enrojecerse si estamos expuestos al Sol, no significa que nos cubrirá completamente; lo que hace es retrasar el tiempo en el que nos quemamos”.
Por ello, es fundamental, de inicio, aplicar una cantidad adecuada: “Lo ideal es aplicarnos la cantidad que cabe en dos dedos, en el segundo y tercer dedo, a lo largo; y hablando del cuerpo lo recomendable es utilizar lo que cabe en un caballito tequilero, es decir, estamos hablando de una cantidad importante”.
La mejor elección
Podemos elegir el protector o filtro solar que más nos agrade en cuanto a la textura y por cómo nos deja la piel. Pero es mucho mejor uno de grado médico que uno cosmético porque los protectores solares son medicamentos, entonces, que sea dermatológico es lo más recomendable.
Consistencia
Si nuestra piel es seca como el caso de niños o adultos mayores, lo recomendable es utilizar en crema, pero si nuestra piel es grasa como la de los adolescentes o jóvenes, lo ideal es utilizar uno en gel o loción para evitar los molestos barritos. (Julio León)
